Durante el establecimiento de la huelga en la Universidad de Puerto Rico (UPR), hemos podido observar cómo problemas de paralizaciones anteriores vuelven a manifestarse. La lucha por una UPR accesible se vuelve a convertir en el mecanismo de propagación de ideas e ideologías que más impacta a los universitarios. Carteles de “Mi cuerpo, mi decisión”, y banderas emblemáticas de la ideología socialista y comunista, han sido algunos de los íconos que hemos podido observar en los diferentes portones de la UPR. Esto nos lleva a pensar que la lucha estudiantil es restringida a un grupo de la población, cuando no debe ser así.
La utilización de elementos políticos e ideológicos serán elementos que impedirán el crecimiento de la participación estudiantil y ciudadana en la lucha. Constantemente se intenta atar la lucha, por diversos sectores de la comunidad universitaria, a movimientos ideológicos como el socialismo, el feminismo o la independencia. Sin cuestionar el mérito de cualquiera de estos movimientos ideológicos, debemos dejar claro que no es por ellos que los portones de la UPR amanecen cerrados. La lucha por una universidad pública accesible para todo el país, a pesar de que es considerado un pensamiento izquierdista por muchos, representa una lucha por una sociedad que contiene todo tipo de ideologías. La UPR no debe discriminar si eres estadista, independentista o estado librista, así como tampoco si eres de izquierda o de derecha.
Entonces ¿por qué la lucha tiende a ser discriminatoria? En paralizaciones anteriores, algunos portones se han convertido en centros de adoctrinamiento de unas ideologías en específico, en vez de convertirse en centros de discusión e integración de ideas. Vean aquí la raíz de los problemas de participación en las paralizaciones de los recintos.
Los estudiantes y profesores probablemente estén de acuerdo en el problema y el mecanismo de presión que se está utilizando, pero entienden que si llegan a un portón lo único que van a escuchar es información desde un punto de vista en particular. Este pensamiento popular es lo primero que se debe cambiar para poder continuar esta lucha. El ambiente influye mucho en el pensamiento de las personas y es por ello que se debe crear uno donde todos se sientan incluidos ya que, al fin y al cabo, eso es lo que mejor representaría a la UPR. Los estudiantes de la UPR poseen la mayor diversidad en el País, ¿por qué no dejar que esa diversidad se manifieste en la lucha estudiantil?
La UPR no debe servir como punta de lanza para impulsar aspiraciones personales o ideológicas. La única ideología que debe estar presente en cada uno de los portones es que la universidad pública debe ser accesible para todos. La falta de tolerancia a las diferentes ideas ha sido la orden del día desde que se aprobó cada uno de los votos de huelga. Se deben debatir las ideas, no las personas. Cada portón debe ser un espacio donde se discutan las ideas, sin menospreciar que la persona piense diferente o, incluso, no apoye la paralización.
Cuando la tolerancia no sea solo para las personas que piensan de forma igual a la mía, la huelga será un éxito rotundo, ya que le enseñará a un país a vivir y luchar, en armonía por un bien común. Mientras tanto, y a medida que no se permita esta tolerancia a las personas que piensen diferente, estas seguirán recurriendo a la desinformación para así poder, también, mover sus aspiraciones personales.
No mal interpreten estas líneas, pues no me encuentro en la posición de criticar la paralización de los recintos, sino con esperanza de que esta paralización sea más inclusiva que la toma de decisiones de la Universidad.
Si se logran abrir espacios donde profesores, estudiantes, derechistas, izquierdistas, estadistas, colonialistas, independentistas entre otros puedan dialogar en conjunto y desarrollar ideas sin que ninguna ideología trate de sobresalir, veremos cómo una nueva UPR surgirá de esta huelga. Al fin y al cabo, la universidad pública no está reservada para un grupo en específico, es para todos aquellos que están dispuestos a luchar por lo justo y lo correcto.