Hace unas semanas, se llevó a cabo una importante reunión entre los presidentes de Corea del Norte y Estados Unidos que en gran medida trataron de acabar con la amenaza de otro gran conflicto bélico a nivel mundial.
Cabe señalarse que la guerra entre ambas Coreas (República de Corea y la República Democrática de Corea), oficialmente no ha terminado y lo que se logró en el 1953 fue una tregua o armisticio que entre otros acuerdos permitió establecer una zona desmilitarizada, que divide ambos países y que tiene unos 250 kilómetros de largo por cuatro de ancho y cubre unas 400 millas cuadradas.
Aunque dicha zona fue devastada durante la guerra, en los últimos 65 años no ha sufrido perturbaciones mayores y ha dado origen a una recuperación asombrosa y por consiguiente a una amplia diversidad de hábitats. Figuran entre estos diferentes tipos de anegados, praderas, montañas reforestadas y lagos.
Virtualmente, en toda la zona desmilitarizada la vegetación se ha recuperado y en la actualidad los científicos estiman que hay más de 5,000 especies de plantas y animales que han encontrado refugio en el área; entre estos unas 1,600 especies de plantas vasculares y 300 especies de líquenes y hongos. Por su parte, los zoólogos estiman que hay más de 1,000 especies de insectos, 100 especies de peces (incluyendo 18 endémicos o únicos de Corea), 45 de anfibios y reptiles, 350 de aves y 70 mamíferos.
Asimismo, se han avistado especies que se consideran en peligro de extinción fuera de dicha zona y que inclusive han desaparecido de toda la península coreana. Entre los anfibios encontramos la Rana Dorada de Corea. En el grupo de las aves la Grulla de Corona Roja (Grus japonensis) y la Grulla de Pescuezo Blanco (Grus vipio). Igualmente hay mamíferos raros y amenazados como el Murciélago Dorado, el Venado Almizclero (especie primitiva con largos colmillos), el Leopardo Amur, el Oso Negro Asiático y el Tigre Siberiano, entre otros.
Contrario a esta gran biodiversidad que encontramos en la zona desmilitarizada, no se puede decir lo mismo en el resto de la península coreana. En un estudio que se llevó a cabo en el 1994, en Corea del Sur, se encontró que el 14% de las aves, 29% de los mamíferos, 48% de los reptiles y el 60% de los anfibios estaban en serio peligro de extinción o habían desaparecido.
Y dado el caso que el norte ha sido virtualmente deforestado para la agricultura los resultados muy bien pudieran aplicar a toda la península. La presión sobre la biodiversidad en Corea empeorará, particularmente en el norte donde hay un incremento poblacional anual.
¿Pero qué futuro le depara a este paraíso para la vida silvestre? En realidad, no sabemos. Pero no se puede descartar que en las próximas conversaciones, surja la moción lo de que los dos países se vuelvan a unir en una sola Corea, como ocurrió hace años con Alemania.
La pregunta hacerse es qué harán con la zona desmilitarizada. La realidad, es que esta tiene muy poco uso para los humanos, porque es una de las zonas con más minas terrestres “sembradas” en este planeta. Limpiarla tomaría muchos años, esfuerzo y dinero. Así, que es posible que la protejan como reserva natural.
Sin embargo, en el 2011 se propuso que esa área pasara a formar parte del programa de Reservas Biosféricas del programa de las Naciones Unidas. La propuesta fue aceptada por Seúl (el sur), pero ignorada por el gobierno de Pyongyang (el norte). Pero….se siguen haciendo esfuerzos por conservar este pequeño paraíso asiático.