La Universidad de Puerto Rico (UPR) se une a la tercera jornada global por Ayotzinapa, tras el reclamo por la desaparición de los 43 estudiantes universitarios del Estado de Guerrero, México; e invita a la comunidad en general a participar del acto de solidaridad en el Recinto de Río Piedras.
El acto de reclamo se suma al las protestas y se solidariza con nuestros hermanos mexicanos en una protesta el miércoles 5 de noviembre frente al edificio Ramón Emeterio Betances (REB) de la Facultad de Ciencias Sociales comenzando a las 11:00AM.
La actividad, convocada por el Consejo General de Estudiantes (CGE) del Recinto de Río Piedras en colaboración con el Frente Estudiantil por una Educación Pública y de Calidad (FEEPAC), y la Asociación de Profesores Puertorriqueños Universitarios (APPU) estará compuesta por un acto simbólico, un minuto de silencio, y expresiones por parte de estudiantes, profesores, además de un mensaje por parte de Sarahí Veloz, estudiante mexicana del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
“Nosotras y nosotros, estudiantes de la Universidad de Puerto Rico nos unimos a la rabia del pueblo mejicano y a sus reclamos por el regreso de los 43 estudiantes desaparecidos. Al parecer la lucha por una educación pública, accesible y de calidad representa para los gobiernos una amenaza. Sus luchas son las nuestras. Basta de criminalizar a estudiantes que buscan mejorar la educación de su país. Hoy los estudiantes de Puerto Rico y del mundo exigimos que aparezcan los 43”, expresó la presidenta del CGE, María M. Colón Cruz.
Es necesario recalcar que los estudiantes en el estado de Guerrero, provienen de los planteles de la escuela Normal Ayotzinapa, una escuela que abrió sus puertas en 1926 como parte de un proyecto del gobierno del Estado de Guerrero, que no solo buscaba formar maestros, sino líderes comunitarios comprometidos a combatir el analfabetismo con el fin de lograr reducir la pobreza en las zonas rurales de México. Desde que se fundó la escuela, ésta no solo sirve como un foro educativo, sino como un espacio donde los más desaventajados económicamente, pueden dormir, abastecer el hambre y alejarse de malestares sociales como el narcotráfico.