En el sector La Torre en Loíza hay niños pequeños que gozan de la sombra que les ofrece una cancha bajo techo de zinc. El espacio también sirve de escenario para un equipo de artistas que llegó a esta comunidad con la ilusión de regalar abrazos y sonrisas en medio de la desesperación y la angustia que enfrenta el País.
Aunque algunos de estos pequeños perdieron sus hogares, el pasado jueves 19 de octubre permanecieron allí: envueltos entre arte, teatro y circo. Sentados en un pedazo de cemento, importaban más las sonrisas que cualquier pigmentación gastada en lo que alguna vez fue el color de la cancha.
En busca del lugar ideal
Luego del paso del huracán María por la Isla el miércoles 20 de septiembre, las líderes comunitarias de Loíza y Taller Salud Inc., comenzaron a notar que con el paso de los días los niños, aparte de no asistir a sus escuelas, comenzaban a necesitar atención y diversión.
En Puerto Rico, a un mes y cinco días del huracán, aún quedan sectores afectados y las condiciones de infraestructura y humanas aún no permiten —entre tantas cosas— el inicio de clases de todas las escuelas del País.
Fue así como Taller Salud Inc., en colaboración con Taller SR, organizaciones sin fines de lucro que brindan servicios a las comunidades desde las perspectivas de la salud y las artes, crearon un espacio alterno desde su comunidad para el disfrute de los niños.
“¡Esto ha sido un baño de cubos!”, exclamó emocionada Susan Kinard, integrante del grupo Utopía una de las entidades que integra el Taller SR.
“Estamos gozosos, porque los niños —por fin— están en la calle otra vez”, sostuvo Kinard al establecer lo importante que ha sido para todos los artistas de Taller SR devolverles el juego a los niños luego de haber atravesado por la experiencia del huracán.
Artistas en resistencia
Antes de que Taller Salud se comunicara con el grupo de artistas para que estos le llevaran alegría a los niños, el equipo de Taller SR ya se había puesto de acuerdo para que —una vez finalizara el fenómeno atmosférico y cada uno de los artistas se asegurara del bienestar de sus familiares— acudieran a la zona a llevar teatro, música y circo a los sectores más necesitados del País.
“Las utopías se hacen de una en una y cada uno de estos niños es una utopía para nosotros”, sostuvo Kinard al reflexionar cómo, tanto para ella como para el grupo, la meta siempre ha sido cambiar el mundo un niño a la vez.
“Eso es lo que queremos y es algo que se logra a través de las artes”, añadió la también maestra de teatro.
Por su parte, Saudi Morales, fundadora y subdirectora del Taller SR, piensa que estas actividades son muy importantes para el desarrollo de las comunidades, específicamente para el desarrollo de los niños.
“Este pueblo ha demostrado que somos una comunidad fuerte y resiliente que se defiende sola y que no necesita del gobierno estatal o federal para subsistir”, agregó Morales.
Asimismo, Tanisha Desiree, estudiante de Educación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, quien además forma parte del equipo de voluntarios de Loíza, considera que es muy importante entretener a los niños en estos momentos. Por esto, cuando en la cancha del sector La Torre no hay teatro, arte o circo, se juegan cartas, se corre bicicleta o se juega baloncesto.
“Muchos de los niños que están aquí perdieron sus casas. La idea es distraerlos para que no estén pensando dónde van a vivir o dónde van a dormir”, añadió la estudiante universitaria al reconocer que no ha sido fácil ver la cantidad de personas que se sienten desoladas al haber perdido sus hogares y no saber adónde ir.
Taller Salud en solidaridad
“Cuando pasó el huracán lo primero que hicimos fue llegar donde las líderes”, sostuvo Jenifer de Jesús, coordinadora y facilitadora del Taller Salud Inc., al reconocer que la organización sin fines de lucro trabaja directamente con las líderes de las comunidades porque son ellas quienes verdaderamente conocen las necesidades de su comunidad.
“En términos de salud y alimentos hemos ido canalizando las necesidades, pero hay muchas familias que aún están necesitadas de vivienda”, sostuvo De Jesús al enfatizar que al momento la situación de las casas —y demás estructuras en Loíza— continúa crítica.
“Hubo pérdidas totales y todavía hay muchas necesidades, sobre todo de agua”, agregó la coordinadora y facilitadora quien reconoció, además, que en el pueblo de Loíza existen personas con alta presión y diabetes que requieren seguimiento.
Taller Salud es una organización de base feminista que tiene como prioridad trabajar por el bienestar integral de niñas, jóvenes y mujeres adultas. Por lo que esta organización sin fines de lucro ha estado todo el año trabajando asuntos de salud y violencia de género en las comunidades de Loíza.
Y aunque el paso de un huracán categoría cuatro haya modificado su agenda, y la organización tenga como prioridad brindar ayudas a madres con niños pequeños y personas envejecientes o encamadas que tengan enfermedades crónicas, Taller Salud ha establecido dos comedores comunitarios. Uno está localizado en el sector La Torre y otro en el sector Piñones de Loíza.
De este modo, y en colaboración con el grupo de voluntarios y líderes de la comunidad, los esfuerzos de Taller Salud Inc., van dirigidos al establecimiento de más comedores comunitarios en los sectores de Loíza.
Los interesados en contribuir al comedor comunitario, pueden llevar sus donaciones —ya sea comida enlatada, agua embotellada o hielo— al centro del sector La Torre, adyacente al Early Head Start de Loíza, o comunicarse directamente con Taller Salud Inc.
“La invitación es para que toda la gente de la comunidad se involucre y se ayude mutuamente”, finalizó De Jesús.
Horario [actual] de los comedores comunitarios
Sector La Torre
lunes y viernes: 1:00 p.m. – 2:30 p.m.
miércoles: 3:00 p.m. – 4:00 p.m.
Sector Piñones
martes: 12:00 p.m. – 1:30p.m.
jueves: 3:00 p.m. – 4:30 p.m.
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