
Se hace lectura de manos y de cartas. Linda, ¿no querés saber sobre tu futuro? – le sugiere una señora rubia sentada delante de una mesita, cubierta con un mantel naranja, a una joven trigueña de piernas kilométricas. A la derecha de la señora rubia está sentado Sirio, un hombre de 58 años, pelo largo atado y con algunas canas que se asoman en su cabellera. Ambos son dos de los tarotistas que habitualmente se pueden encontrar en Plaza Francia durante los fines de semana. “Por lo general somos cinco, pero hoy por el tema de la lluvia algunos no vinieron”, confirma Sirio. Pues no miente, la interminable llovizna hace que todo se vuelva pegajoso. Sirio, cuyo nombre real es Guillermo, es tarotista desde hace muchos años. Pero no siempre se dedicó a esto ya que durante gran parte de su vida enseñó danza. Incluso llegó a dictar clases en España desde 1987 a 1991: “Entre mis alumnos había gente muy talentosa como Manuel Banderas y Ana Obregón”, añade Sirio mientras enciende un cigarrillo. Hoy en día Sirio se gana la vida tirándole las cartas a los visitantes de la plaza, sin embargo, sus comienzos en el mundo de la predicción comenzaron casualmente de la mano de su pasión por el baile. Si bien empezó con el tema del tarot hace un tiempo largo, su deseo era ser un gran bailarín clásico y desde muy chico se obsesionaba con su futuro. Ello lo llevó, poco a poco, a volcarse al estudio del tarot. De movida Sirio aclara que la astrología y el tarot son dos cosas bien diferentes: “Para ser astrólogo se necesita más de 20 años de estudios, cosa que yo no tengo. En mi caso me guío por las intuiciones. Soy una persona muy intuitiva”. El tarot sirve para saber cosas sobre el pasado, presente o futuro de una persona. Gracias a una simple pregunta el tarotista puede contestar sobre lo que le pasó, le pasa o le pasará a una persona. Pero nada en la vida es gratis, mi amigo. Todo tiene un precio. En este caso por la módica suma de 5 sólidos pesos argentinos usted puede preguntar lo que se le ocurra. Sirio comenta que las preguntas que más salen están relacionadas con la cuestión amorosa: “¿Me voy a casar algún día?”; “¿por qué me dejaron?”; “¿me engañó con alguien? Esas son las cosas que la gente más pregunta”, señala el tarotista. Arranca la sesión “¿Qué te gustaría saber? Me parece que no venís con muchas dudas, lo tuyo es más que nada curiosidad”, señala el tarotista. Primer acierto para Sirio: 0 – 15, la intuición no le falló. “Podés preguntar por alguna mujer”, chicaneó el hombre de las cartas. Y como no podía ser de otra forma este cronista accedió al desafío: “¿Voy a volver a salir con la chica que estuve hasta hace un tiempo?”, – pregunta jugada si las hay -. Para acceder a la respuesta de cada pregunta el tarotista reparte sus cartas en tres montículos. Luego el “cliente” debe elegir uno de esos montoncitos con la mano con la que no escribe y cedérselo al especialista para que las eche sobre la mesa y saque sus conclusiones. En el caso de que se trate de una pregunta de índole amorosa el tarotista le pedirá al inquisidor que al momento de elegir el montículo de cartas piense en el nombre completo de la persona en cuestión o en su defecto deberá pensar en su mirada. Una vez elegidas las cartas el tarotista procede: – ¿De qué signo sos? – consulta Sirio. – Pensé que tu intuición ya te lo había dicho – responde el cronista devenido en “cliente”. – Debés ser de un signo de aire, como Géminis – retruca el tarotista. Otro acierto para Sirio: 0 – 30. Luego, el tarotista pregunta por la fecha de onomástico del inquisidor y consulta unas fotocopias que por su aspecto ahajado denuncian unos cuantos años. Con la papeleta en la mano sentencia: “Acá veo una relación de tres. Alguno de los dos estaba en pareja y estaba siendo infiel. Veo a un tercero en discordia”, sugiere Sirio con la seguridad que le dan sus intuiciones. Pero esta vez no le pegó. Punto para el cronista: 15 – 30. “Lo que acá sale es que hay otra persona en el medio, tal vez no sea una infidelidad”, se corrige Sirio sobre la marcha. Al parecer las fotocopias no le dieron una mano muy convincente, así que el tarotista se dirige a leer las cartas. “Acá sale que la relación no terminó, que está abierta. Eso se ve clarito.”, afirma el especialista. “¿Por qué lo decís?”, pregunta el curioso geminiano. “Por las cartas: este sos vos – los enamorados -, la del medio es Venus – el amor – y esta otra –el juicio – me dice que es algo que no se terminó todavía. Acá me dice que se tomaron un tiempo, como para experimentar. Pero se ve clarito que no perdieron el contacto, que esto continúa”, sostiene una vez más el tarotista. Fallo dudoso señor juez, ¡se pide el Ojo de halcón! San La Muerte Otra de las preguntas que más sale está relacionada con la muerte. Al parecer, según Sirio, la gente está muy obsesionada con este tema: “Muchas personas vienen y te preguntan cuándo se van a morir y uno, aunque lo supiese, no les puede decir eso porque no es ético”. Sin embargo, de intuiciones vive el hombre y se despacha con algunas anécdotas relacionadas con la parca. “Sé que no me vas a creer, pero tengo testigos para lo que te cuento. Yo anticipé la muerte de Rodrigo y la de Clota Lanzetta”, sostiene el tarotista. Según Sirio, tres meses antes que el popular cantante cuartetero falleciera en junio del 2000 en un accidente de tránsito, él tuvo la percepción que al cordobés lo iban a matar. “No sabía quién, ni cuándo, ni cómo. Pero tuve la intuición de que iba a tener una muerte trágica”, asegura Sirio. Algo similar sucedió con el asesinato del relacionista público dado de muerte en 2001: “Yo lo veía por la tele y presentía que lo iban a matar y un día resultó que fue así. No lo conocía, pero cuando lo veía en los programas me daba esa sensación”, afirma Sirio con la mirada firme. Pero hay más intuiciones para este boletín ya que Maru Botana también forma parte del clan de famosos cuyas desgracias fueron percibidas por el tarotista. “Resulta que yo estaba viviendo en España. Mi pareja había contratado la señal Telefé Internacional y veíamos su programa bastante seguido. Un día estaba viendo la televisión cuando me dio la sensación que esa chica iba a tener una tragedia. No sabía qué, quizás le iban a entrar a robar a la casa, no sé. Y un tiempo después le pasó lo del hijo”, cuenta Sirio. Así que ya lo sabe, si usted goza de cierta fama o reconocimiento popular mejor no aparecer en las intuiciones del amigo tarotista. Está claro que tarotista puede intuir la muerte de una persona y si uno se sienta a que le tiren las cartas también puede llegar a dilucidar de qué manera puede fallecer alguien. Entonces, hacia allí vamos. Otra pregunta, mismo procedimiento: elegir un montoncito de cartas con la mano con la que no se escribe y pensar, en este caso, en algo relacionado con la muerte. “Acá me sale que vas a tener una muerte tranquila. De un problema circulatorio, como el corazón, por ejemplo. No veo ningún factor externo ni violento”, vaticina Sirio sin dudar. Por ahora el fallo se deja en suspenso y dentro de un tiempo se sabrá si el tarotista dio en el clavo o no. Por lo pronto habrá que estar atentos a la predicción de Sirio. Si en el próximo número de Alrededores este redactor no figura entre los firmantes usted podrá suponer que el cuore a este periodista le jugó una mala pasada. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.alrededoresweb.com.ar/notas/cartas-echadas.htm