FLORENCIA, Colombia- Las FARC entregaron al sargento Pablo Emilio Moncayo, el último de dos militares que el grupo guerrillero prometió liberar unilateralmente como gesto de paz; a una misión humanitaria, poniendo fin a uno de los secuestros más prolongados en Colombia. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que la liberación del militar se produjo en una zona selvática del sur del país, donde la misión liderada por la senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba lo recibió de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “Después de más de 12 años en cautiverio, el sargento Pablo Emilio Moncayo fue entregado en la tarde de hoy por las FARC-EP a delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja, a la senadora Piedad Córdoba y a monseñor Leonardo Gómez Serna, en la zona rural del departamento de Caquetá”, señaló el organismo. La misión humanitaria salió desde el aeropuerto de la ciudad de Florencia, capital del departamento del Caquetá, 229 millas al sur de Bogotá, con tres horas de retraso por la fuerte lluvia que caía sobre las selvas del sur de Colombia. Posteriormente llegó al sitio acordado con la guerrilla en uno de los dos helicópteros facilitados por Brasil, en donde dos rebeldes vestidos de civil los recibieron y los llevaron al lugar en donde finalmente se cumplió la entrega, señaló Córdoba. La misión regresó a Florencia después de más de seis horas y Moncayo, quien vestía un uniforme camuflado, descendió del helicóptero para abrazar a su padre, el profesor Gustavo Moncayo, y a los demás integrantes de su familia. “Quiero agradecer en primer lugar a Dios, a mi papá por su labor titánica, incansable”, expresó Moncayo refiriéndose a las caminatas de su padre, quien recorrió miles de kilómetros para exigir a las FARC su liberación. El presidente Álvaro Uribe celebró la entrega del militar, quien ganó relevancia a nivel internacional por las extensas caminatas de su padre para presionar por su liberación. “Damos la bienvenida al sargento Moncayo, nos alegramos por su familia. Colombia, recibe con los brazos abiertos a quienes regresan del cautiverio y rechaza con la mayor firmeza a los secuestradores”, indicó el mandatario en un acto de Gobierno. Aunque la guerrilla incumplió su palabra de entregar los restos del oficial de la policía Julián Ernesto Guevara, quien murió en cautiverio, suministró a Córdoba las coordenadas del lugar en donde está sepultado para que coordine con la Cruz Roja y la Iglesia Católica la operación para recuperarlos. FARC EXIGEN ACUERDO HUMANITARIO Las FARC reiteraron en un comunicado que no habrán más liberaciones unilaterales y que los demás rehenes saldrán a través de un acuerdo humanitario. “Las FARC-EP consideran que el camino queda desbrozado para el inmediato canje de prisioneros de guerra como única forma viable, para que, sin menoscabo de la integridad física regresen a la libertad los prisioneros que están en la selva, lo mismo que los guerrilleros presos en las mazmorras de Colombia y de los Estados Unidos”, aseguró el grupo rebelde. Moncayo fue secuestrado en diciembre de 1997 en un asalto de las FARC a una base de comunicaciones del Ejército ubicada en el departamento de Nariño, en un ataque en el que murieron 10 militares y 18 más fueron privados de la libertad. La entrega se programó después de que la guerrilla liberó el domingo al soldado Josué Daniel Calvo, quien permaneció secuestrado más de 11 meses por las izquierdistas FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. La cadena Telesur emitió vídeos y fotografías en los que se veía al militar, quien permaneció secuestrado durante 12 años y tres meses, caminando en las horas previas a su liberación y luego acompañado por la senadora Córdoba, lo que provocó una enérgica reacción del Gobierno. “El Gobierno Nacional rechaza que un medio de comunicación como Telesur se preste para hacerle propaganda a un grupo terrorista y secuestrador como las FARC. Este medio de comunicación debe explicarle al país por qué estaba en un punto del territorio colombiano en compañía de guerrilleros de las FARC”, indicó el alto comisionado para la paz, Frank Pearl. Pero el presidente del canal, Andrés Izarra, un cercano colaborador del presidente Hugo Chávez, negó la presencia de sus reporteros en el lugar y señaló que recibieron el material por correo electrónico. “La acusación que hace el Gobierno de Colombia es una acusación irresponsable y además coloca a nuestros periodistas en una situación de riesgo”, afirmó. Después de la liberación de Moncayo, un acto que las FARC definieron como un gesto unilateral de paz, quedan en poder del grupo 22 efectivos del Ejército y de la Policía. El Gobierno sostiene que con las entregas unilaterales y graduales la guerrilla busca ganar protagonismo político en la antesala de las elecciones presidenciales y limpiar su deteriorada imagen de crimen ante el mundo. Las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, anunciaron en abril del año pasado la entrega de los dos rehenes, pero la liberación no se concretó por las posiciones encontradas de las partes. Inicialmente, Uribe exigió que las FARC liberaran en forma simultánea a todos los efectivos de las Fuerzas Armadas que mantienen plagiados en la selva y denunció que era parte de una estrategia de los rebeldes para ganar protagonismo y limpiar su imagen con las entregas graduales. Pero después accedió a las liberaciones graduales y autorizó a Córdoba, a la Iglesia Católica y al CICR para conformar una misión humanitaria.