Los viajes, usualmente, generan un deseo continuo de navegar por el mundo. También propician la oportunidad de reflexionar en torno a la propia vida. Un poco de todo esto proyecta el filme The Leisure Seeker, dirigido por el italiano Paolo Virzi, aunque con una narración muy predecible y repetitiva.
Virzi, director de Locas de alegría y El capital humano, en su primera película en inglés, nos muestra la travesía por Estados Unidos de un matrimonio de edad avanzada, John y Ella Spencer, interpretados por Donald Sutherland (Hunger Games, Pride and Prejudice) y Helen Mirren (The Queen, Trumbo).
La historia, basada en el libro del mismo nombre escrito por Michael Zadoorian, relata el viaje desde Boston hasta la casa del escritor Ernest Hemingway en el estado de Florida. La travesía ocurre en una viejo vehículo recreacional al que los protagonista apodan: “The Leisure Seeker”.
El transporte, que ha acompañado al matrimonio de los Spencer durante 50 años y ha sido testigo de todas sus vacaciones a través de ese país, los ayuda a realizar su última aventura, lejos de la sobreprotección de sus dos hijos.
Este último viaje se inicia tras el padecimiento de Alzheimer de John y el diagnóstico de cáncer terminal que enfrenta Ella. La jornada será una llena de momentos cómicos. También propiciará un reencuentro con las memorias que los unió como pareja.
La química entre Sutherland y Mirren es excelente. Sutherland interpreta a la perfección su papel como paciente de Alzheimer en cada momento en que la mente se le va en blanco y, de alguna manera, intenta poder recordar lo olvidado.
El personaje de Mirren es en quien recae todo el peso dramático del filme. La actriz comunica magistralmente, a través del manejo de cada acción que inconscientemente realiza su compañero, las distintas emociones que embargan a los familiares de las personas que padecen de Alzheimer. Su historia es más compleja aún, pues ella misma enfrenta un duro diagnóstico con el cual también tiene que lidiar.
Aunque la película tiene una duración de una hora con 52 minutos, se siente como si uno estuviese dentro del viaje más largo del mundo. Gran parte de la trama es una mezcla de comedia y drama que funciona al principio de la secuencia cinematográfica. No obstante, llega un momento en que el nivel dramático de los actores parece forzado, especialmente cuando algún suceso “cómico” logra opacar el momento más significativo y emotivo de la escena.
Hay una historia paralela al viaje, que son las pequeñas y forzadas escenas de los hijos de los protagonistas, Jane (Janel Moloney) y Will Spencer (Christiana McKay), que viven preocupados y mortificados por el éxodo de sus padres. Sus hijos se proponen encontrar a sus progenitores, pero el fime no logra desarrollar esa idea. Era preferible eliminar sus escenas y solo incorporar los voice-overs por conversaciones telefónicas entre los hijos y padres.
La trama se enmarca en el 2016, año en que se propagaba la idea de votar por el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Parece que las escenas alusivas a ello solo se incorporaron para asignarle un espacio temporal al filme, pero no contribuyen ni al desarrollo de los personajes ni al de la historia.
Sin embargo, la cinta aborda muy bien los temas del cáncer, el Alzheimer y el disfrute de la vejez. Los mismos se combinan con otros tópicos como la libertad y la reflexión sobre la vida, que nos acostumbramos a ver en filmes tipo road trip como la memorable pieza de Thelma y Louis (1991) del director Ridley Scott.
No obstante, el tema de la libertad en la propuesta del director Virzi resulta ser muy previsible y sus secuencias son repetitivas a lo largo de la trama. A mitad de la película te acostumbras a las continuas situaciones que le suceden a los ancianos, al punto que puedes pronosticar el desenlace de cada una e incluso anticipar el final.
The Leisure Seeker, que estrenó en Fine Arts Miramar el 29 de marzo y se presentará en Fine Arts Popular el próximo jueves 5 de abril, se salva por la combinación de dos actores que ejecutan sus personajes magistralmente a pesar del ciclo redundante que genera el libreto.