Tras casi un año y medio de congelación de fondos por parte de la National Science Foundation (NSF) a la Universidad de Puerto Rico (UPR), la organización levantó la moratoria a la institución universitaria, según confirmó a Diálogo el representante estudiante ante la Junta de Gobierno Universitaria, Christopher Torres Lugo.
La NSF envió una carta a la presidenta intertina de la UPR, la doctora Celeste Freytes, en la que señaló que la Universidad había tenido un progreso significativo respecto a la corrección de los problemas identificados en el Plan de Acción Correctivo presentado a la NSF el 3 de febrero de 2011, bajo la presidencia del doctor Miguel Muñoz.
“Seguiremos trabajando de cerca con la NSF para proveerles toda la información y documentación que nos están requiriendo como muestra de la efectividad de la medidas tomadas”, dijo la presidenta interina a través de un comunicado. Freytes indicó además, que la institución está inmersa en el desarrollo e implantación de sistemas y procedimientos fiscales y de recursos humanos para cumplir más ágilmente con los requerimientos incluidos en el plan de acción correctiva sometido a la NSF.
La organización puntualizó que las correcciones presentadas el pasado 24 de octubre, por parte de la presidenta interina, la doctora Freytes, y la doctora Gladys Escalona de Motta, vicepresidenta de investigación y tecnología de la UPR, respondían satisfactoriamente a los señalamientos de la NSF, por lo que levantaron oficialmente la suspención de 33 millones de dólares en fondos a la UPR. El dinero había sido congelado el 23 de abril de 2012.
Esta suspensión afectó principalmente a dos unidades de la UPR responsables de administrar donativos de esa agencia, el Centro de Recursos para Ciencias e Ingeniería de la Administración Central y el Centro de Investigación y Desarrollo del Recinto Universitario de Mayagüez.
“Estoy sumamente complacido con los resultados de los esfuerzos combinados de investigadores y personal de apoyo comprometidos con la UPR. Esto es una muestra de la gran capacidad de nuestra institución para responder con efectividad a los retos que pueda confrontar. Agradecemos el esfuerzo del doctor José A. Lasalde así como a todo su equipo de trabajo,” dijo a través de un comunicado de prensa, el doctor Jorge L. Sánchez Colón, presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico.
Por su parte, el doctor José A. Lasalde, vicepresidente interino de Investigación y Tecnología de la UPR y quien tuvo a su cargo la coordinación del proceso, indicó que entre las respuestas ofrecidas sobresale la implantación en las doce unidades del Sistema de la UPR de un mecanismo para la radicación de informes de tiempo y esfuerzo que satisfice completamente los requisitos de la NSF. Lasalde fungió como presidente interino de la UPR entre mayo y septiembre de 2013.
El pasado mes de febrero, se cumplieron tres años desde que la agencia federal visitó las oficinas de la UPR. En aquella ocasión, la NSF alertó a la administración universitaria sobre 32 señalamientos de incumplimiento de normas y concedió cinco meses para que se corrigieran.
Durante ese mismo mes, la organización le indicó a la UPR que la suspensión se mantendría vigente y que no se reembolsarían los gastos en los que hubiese incurrido la universidad para mantener las investigaciones durante el periodo de suspensión.
Cabe señalar que la NSF venía haciendo señalamientos a la UPR desde el año 2006, cuando el sistema universitario fue auditado por dicha entidad, según explicó el doctor Manuel Gómez, exdirector del Centro de Recursos para las Ciencias e Ingeniería (CRCI) de la UPR y a quien se responsabilizó, aunque no de forma oficial de las acciones que había tomado la agencia federal contra la Universidad.
En entrevista con Diálogo durante el mes de marzo pasado, el expresidente de la UPR, doctor Miguel Muñoz, expresó que de los 32 señalamientos, la Universidad aún no había cumplido con tres. Estos casos estaban relacionados con los informes de tiempo y esfuerzo que los investigadores deben entregar a las oficinas de asuntos externos y recursos humanos de los distintos recintos o centros de investigación y que, a su vez, deben ser entregados a la NSF.
El problema con los informes surgió debido a la falta de uniformidad de los documentos en el sistema universitario, lo que hacía confuso su contenido y no permitía un análisis claro y preciso por parte de la NSF.
Durante el mes de septiembre pasado la presidenta interina de la UPR recibió una comunicación de parte de la División de Donativos y Contratos de la NSF anunciando que habían concluido el análisis de todos los datos recopilados durante la última visita de la organización en el pasado mes de agosto.
Es preciso señalar que, aunque la NSF a levantado la suspensión de fondos a la UPR, la organización expresó en la carta que los gastos en lo que haya tenido que incurrir la Universidad para mantener las investigaciones durante el periodo de suspensión no son reclamables ni reembolsables.
Respecto a esto, la Presidenta Interina indicó que “la Universidad continuó apoyando los proyectos, estudiantes e investigadores afectados por la suspensión impuesta.” Informó que en este esfuerzo la Universidad invirtió cerca de $7 millones de sus propios fondos como muestra de su firme compromiso con la investigación científica y de su empeño en colaborar con los objetivos programáticos de la NSF.
El Presidente de la Junta de Gobierno, se comprometió a presentar a la Junta para su aprobación, todas las medidas necesarias para garantizar el continuo cumplimiento por la UPR de todas las normativas de esa agencia.