Este semestre escolar miles de estudiantes no pudieron sentarse en su pupitre durante su primer día de clases, pues sus instituciones educativas no están listas. Para Eduardo Rivera, director de la Oficina de Mejoramiento de las Escuelas Públicas (OMEP), el efecto directo de la Ley 7 en su agencia y la crisis económica en el País son los factores principales para que más de 200 escuelas públicas no reabrieran sus portones en la fecha estipulada. ´´Se nos recortaron 11 millones de dólares y 493 empleados irregulares que contratábamos para rehabilitar las escuelas”, reveló Rivera en entrevista con Diálogo Digital. Ante esta escasez de personal y para poder tener listas 592 escuelas, se recurrió al Programa de Escuela en tus Manos, creado durante el verano para subsanar los daños y el deterioro en las instalaciones y plantas físicas. Estas brigadas fueron conformadas por jóvenes, maestros, padres y residentes de las comunidades en las que se ubican las escuelas, quienes voluntariamente acudieron a aulas para hacerle mejoras a la infraestructura. Sin embargo, no todos ven con buenos ojos que el Estado delegue en las comunidades su responsabilidad de darle mantenimiento a los planteles escolares. Para la psicóloga social comunitaria Irma Serrano este vínculo entre Estado y comunidad es preocupante, pues teme “que esta relación se convierta en el abandono de la responsabilidad del Gobierno para lidiar con este problema institucional y se le delegue a la sociedad´´. No obstante, según Edward Moreno, secretario auxiliar del Departamento de Educación (DE), gracias a este programa hay muchos directores que expresaron su agradecimiento porque “hacía muchos años que no habían visto las escuelas en tan buenas condiciones”. “El Gobierno siempre va a ser responsable de las escuelas a menos que cambie la ley. Ahora, que se involucre la comunidad y se apoderen del mantenimiento de las escuelas es lo que queremos que pase, pues estamos bien desarticulados; los padres no van a las escuelas ni la comunidad se preocupa de sus escuelas, aún así el Gobierno seguirá ocupándose de la estructura física de los planteles”, respondió Moreno al ser confrontado con los planteamientos de la psicóloga. De otra parte, Serrano opina que en el País se ha creado un clima de incertidumbre debido a la incapacidad de Educación para identificar la cantidad exacta de las escuelas que no abrieron, y a la atmósfera de pesimismo general que se ha establecido ante el deterioro físico y administrativo del sistema educativo público. Para la especialista en psicología se crea ambiente de inseguridad en las familias puertorriqueñas al no poder confiar en un sistema de educación que refleja ´´una incapacidad de cumplir sus obligaciones´´. ´´Es irónico que el gobernador Luis Fortuño hable de la sociedad del conocimiento y aparentemente le dé prioridad a otros asuntos en vez de centrarse en la necesidad de atender la educación, que es la base para lograr cualquier proyecto de País´´, dijo la también miembro de la junta directiva de la Asociación de Sicología de Puerto Rico. “Cosas que no se tomaron en cuenta” Según el director de OMEP, otro factor vinculante para postergar el inicio de clases es la aparición del virus AH1N1, ya que hay nuevos materiales y recursos con los que a cada institución ahora le es compulsorio contar. Y es que los problemas a resolver en cada plantel pueden oscilar entre una solución tan sencilla como suplir las necesidades de desinfectante y jabón para la población estudiantil, hasta la compleja reparación de los servicios sanitarios. ´´Son cosas que no se tomaron en cuenta en años anteriores, es la primera vez que se le da esta libertad al Consejo Escolar para identificar los problemas´´, sostuvo Rivera. Según Aida Díaz, presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), son más de 192 las escuelas que no abrieron sus puertas en la segunda fecha que el DE estableció, luego de revelar el 5 de agosto que no estarían listas sus 1,523 instituciones educativas para el inicio oficial del semestre, que estaba pautado para el 3 de agosto. “Esto (el inicio del año académico) es peor que en otros años”, señaló, Rafael Feliciano, presidente de la Federación de Maestros, a un rotativo del País. Hay entre 150 y 200 planteles que abrieron a jornada parcial o que recibieron a estudiantes de ciertos grados únicamente, según el educador. Por otra parte, Feliciano indicó que, además de los “problemas históricos” de planta física, muchas de las escuelas no comenzaron su semestre educativo por falta de maestros por nombrar. Faltaron cerca de 2,000 docentes en el sistema público de enseñanza. A lo que se le añade la falta de personal, como conserjes y cocineros, denunció el presidente de la Federación. Este panorama de inestabilidad tiene a nuestros estudiantes, maestros y personal no docente tambaleándose entre dimes y diretes, baños sucios, canchas rotas y falta de libros. Mientras el timbrazo de la mañana aún no retumba en algunos de los pasillos de los planteles, la educación pública comienza el año académico –luego de dos meses de vacaciones- con las mismas asignaturas pendientes. Escuche parte de la entrevista a Eduardo Rivera director de OMEP
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