La muerte del coronel Muamar al Gadafi desata una serie de dudas en torno al futuro de Libia.
Para algunos, la captura y muerte del exdictador libio representa el cierre de un capítulo de la historia de Libia marcado por la represión y los abusos.
Mientras que, para otros, la muerte de Gadafi no constituye el fin de la historia.
"El legado de represión y abusos del gobierno del coronel Muamar al Gadafi no concluirá hasta que haya una rendición completa de cuentas por los hechos del pasado, y hasta que los derechos humanos se integren en las nuevas instituciones libias”, expresó Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
"La muerte del coronel Gadafi no debe impedir que sus víctimas en Libia reciban justicia. Los numerosos altos cargos libios sospechosos de graves violaciones de derechos humanos cometidas tanto antes del levantamiento de este año como en su transcurso –incluida la tristemente famosa masacre de la prisión de Abu Salim, en 1996– deben responder por sus crímenes”, agregó Sahraoui.
Entretanto, mientras la toma de Sirte y la información de la muerte, ayer, del coronel Gadafi provocaron celebraciones callejeras, los libios están discutiendo constantemente cómo se produjo su victoria sobre el dictador, según analizan Jason Pack, investigador de la historia libia en la Universidad de Cambridge y Sami Zaptia , consejero delegado de KnowLibya y residente en Trípoli.
Y es que, muchos libios creen que “sólo Dios es el responsable en última instancia de su liberación”.
Según Pack y Zaptia, desde la perspectiva de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Catar y otros miembros de la alianza dirigida por la OTAN, ahora es el momento de evaluar la situación para saber cómo la victoria rebelde puede favorecer sus intereses nacionales.
Con esto, los políticos libios están estudiando seriamente sus obligaciones morales con sus aliados. ¿Debería el Consejo Nacional de Transición (CNT), pagar abiertamente a todos los países que lo apoyaron con contratos en detrimento de los que no lo hicieron?, cuestionaron los expertos.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, indicó a BBC Mundo que la muerte de Gadafi, “marca el fin de un largo y doloroso camino para el pueblo de Libia, que ahora tiene la oportunidad de determinar su propio destino en una nueva y democrática Libia".
Mientras que, David Cameron, primer ministro del Reino Unido, destacó que “debemos recordar a los muchos, muchos libios que murieron por este brutal dictador y su régimen. La gente en Libia hoy tiene una posibilidad aún mayor, después de esta noticia, de construir para sí misma un futuro sólido y democrático”, según señala BBC Mundo.
Por otro lado, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, observó que, “la liberación de Sirte debe indicar… el comienzo de un proceso acordado por el Consejo de Transición Nacional para establecer un sistema democrático en el que todos los grupos del país tengan un lugar y donde se garanticen las libertades fundamentales”.
Finalmente, los analistas Pack y Zaptia, manifestaron a El Pais que, la única forma adecuada que tienen los libios de recompensar al resto del mundo por haberles librado de Gadafi no es a base de sobornos, sino tomando las difíciles decisiones necesarias para sentar las bases de un futuro democrático, meritocrático y abierto desde un punto de vista económico”.