
LUANDA/CIUDAD DEL VATICANO (Reuters)El Vaticano acusó a los dirigentes locales del continente africano por evitar la democratización de su país permitiendo que las multinacionales penetren gradualmente apropiándose de los recursos naturales. Así señala el “Instrumentum Laboris” (documento de preparación) del II Sínodo de Obispos para África, que se celebrará del 4 al 25 de octubre de este año en el Vaticano y debatirá sobre “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz”. A través de este manuscrito, el Vaticano opinó que “organizaciones multinacionales continúan invadiendo sistemáticamente el continente en busca de recursos naturales. En complicidad con líderes africanos, oprimen a las compañías locales, compran miles de hectáreas de tierra y expropian las tierras de la población”. El texto también señala que los líderes locales “alimentan las guerras para poder vender armas. Respaldan a los que están en el poder, sin respetar los derechos humanos ni los principios democráticos, para poder garantizar un beneficio económico (como) la explotación de recursos naturales (…) amenazan con desestabilizar naciones enteras y eliminar personas que desean liberarse de su opresión”. El Vaticano subraya que algunos líderes políticos son insensibles hacia las necesidades del pueblo y sólo persiguen sus intereses personales despreciando el bien común, “pierden el sentido democrático, elaboran políticas sectarias, clientelistas, etnocentristas e incitan a la división para poder reinar”. Críticos aseguran que muchos países africanos tienen grandes reservas minerales e hidrocarburos, cuyo valor es, en teoría, son suficientes para financiar proyectos de infraestructura, crear empleos y elevar la calidad de vida, pero que son controlados en su totalidad por las grandes empresas. La petrolera estatal nigeriana Nigerian National Petroleum Corporation, por ejemplo, ha sido plagada de corrupción durante décadas. Miles de millones de dólares provenientes del crudo terminaron en manos de un puñado de poderosos nigerianos, mientras que el resto del país vive con menos de dos dólares al día. Todos estos asuntos fueron plasmados en el documento que entregó el Papa Benedicto XVI en Yaundé, África a los presidentes de las 36 conferencias episcopales africanas durante su visita a ese país. Esta es la primera vez que un Sumo Pontífice viaja hasta el continente africano para entregar personalmente el texto que se utilizará en el Sínodo. El texto, de 56 páginas, entregado al finalizar una misa en Camerún, está dividido en cuatro capítulos: la situación actual de la Iglesia en África, la urgencia de reconciliación, justicia y paz en el continente negro, la misión de la Iglesia y reflexión sobre los cristianos comprometidos en todos los campos de la sociedad. Este documento estipula que los pueblos podrán comenzar una “tímida cultura democrática” una vez que se emancipen de las dictaduras del Gobierno, pero que el camino es largo debido a que el egoísmo, las ganancias fáciles, la corrupción y la avaricia pueden desestabilizar al continente africano. Aunque el “Instrumentum Laboris” no nombra específicamente a las fuerzas externas o ningún país o líder africano implicado, sí recalca que funcionarios de alto rango han llevado a cabo “un proceso organizado para destruir la identidad africana”. Además de la irrupción de las multinacionales, el documento expone temas sobre familia, la dignidad femenina y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Este último tema ocupó a la prensa internacional por las declaraciones emitidas por el Papa donde asegura que los condones “incrementan el problema” del SIDA. Importantes funcionarios de los Gobiernos de Alemania, Bélgica y Francia criticaron tajantemente al Sumo Pontífice. El portavoz del Vaticano, Padre Federico Lombardi, defendió la posición del Papa y dijo que Benedicto XVI estaba sólo reiterando la posición de sus predecesores de que la fidelidad dentro del matrimonio heterosexual y la abstinencia eran las mejores fórmulas para contener el sida. “Que el Papa haya elegido abordar la cuestión del valor de los condones en la lucha de casi 28 años contra este flagelo mientras se dirigía a un continente cuya población es la más afectada es preocupante”, expresó el diario Washington Post en un editorial.