Hace poco regresé de un viaje de estudios a Italia como parte de un programa de intercambio de verano de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras. Durante mi estadía, pude desmentir algunos imaginarios de lo italiano, perpetuados por las estereotípicas listas de “lo que debes esperar de Italia” o de los clichés de las películas. Por eso, se me ocurrió escribir algunas premisas que desmienten las percepciones comunes.
De mi estadía veraniega, puede afirmar que:
Venecia no apesta.
Estuve un día entre buses acuáticos y caminando por las calles y nunca sentí el olor repugnante del que tanto hablan.
La salsa Alfredo no existe.
Es una invención estadounidense. En Italia, se come pasta con salsa de tomate, entre muchas otras recetas sabrosas.
No todo es pasta y pizza.
Estereotipo básico de los italianos. Sin embargo, cada región tiene su plato típico y no siempre es pasta. Además, en Italia hay una variedad de lugares para comer que no consisten solamente de pasta y pizza.
El mantecado y el gelato no son lo mismo (jamás lo serán).
A la hora de hacerse, el gelato contiene menos grasa butírica (de la leche) y azúcar que el mantecado. Igualmente, se congela en porciones individuales, a diferencia del mantecado.
No todos conducen vespas y FIAT.
Aunque son los más emblemáticos (porque se fabrican allí), lo cierto es que en Italia hay una diversidad de métodos de transporte como en otras partes del mundo.
La frases más común no es mamma mia.
Esta expresión la arrastramos desde los juegos de Super Mario, un plomero italiano creado por japoneses, creyéndola real. Sin embargo, los italianos no incorporan esta frase entre su vocabulario constantemente como se dice.
El único parque de diversiones divertido no es Disney.
En Italia hay varios parques de diversiones. Por ejemplo en Roma: Cinecittà World, Rainbow Magicland y Zoomarine.
Las mejores ciudades no necesariamente son las más grandes y famosas.
La región de Puglia, por ejemplo, localizada en el sur, ofrece a sus visitantes una experiencia completa. Desde aventuras por mar y tierra, hasta la hospitalidad y el cariño de los locales, es una de las regiones más lindas de Italia.
Roma no es un sueño.
Entre la cantidad de turistas presentes, mezclados con los habitantes y la rapidez con la que se vive en esta gran ciudad, pensar en el caos es inevitable.