Por: Raúl A. Pérez-Rivera
Los ciempiés son un grupo de artrópodos miriápodos, es decir que tienen mandíbula y sus cuerpos están segmentados en muchas partes. Son animales muy antiguos, pues se conocen fósiles del Periodo Silúrico, aproximadamente unos 420 millones de años atrás.
De acuerdo al doctor Manuel Vélez, en su trabajo sobre los Invertebrados de Puerto Rico, existen más de 3,000 especies de ciempiés, de los cuales unas 50 especies viven en Puerto Rico.
El tamaño del ciempiés varía desde media pulgada hasta cerca de un pie de longitud. Estos animales se pueden encontrar desde zonas templadas hasta los trópicos, en donde parecen ser más comunes y abundantes. Habitan en una amplia gama de lugares, como bajo la hojarasca, troncos podridos, hendiduras en piedras y en la corteza de los árboles, entre otros. Ocasionalmente, han sido encontrados dentro de nidos de reinitas, que han caído a los suelos y se están descomponiendo.
El cuerpo de los ciempiés se divide en cabeza y tronco, y el último tiene una serie de segmentos aplastados, que tienen cada uno un par de patas. Dicho sea de paso, esto los distingue de los diplópodos o gongolíes, que poseen dos pares de patas por segmento. En los ciempiés el último par de patas, conocido como patas anales, es más largo que los demás y se utilizan para la defensa o para atraer al sexo opuesto.
Los ciempiés son depredadores y para capturar sus presas poseen unos apéndices bucales que terminan en una garra o garfio con conexión a una glándula venenosa que les permite paralizar su presa hasta matarla. Su dieta es amplia e incluye, anélidos como gusanos de tierra, otros artrópodos como insectos, escorpiones y arañas y vertebrados como pequeños coquíes y lagartijos.
La reproducción de estos animales es sumamente interesante. En el grupo existe el dimorfismo sexual, esto es diferencias entre los sexos, usualmente en tamaño, en donde las hembras suelen ser más grandes. Los ciempiés no se aparean o copulan. Para reproducirse los machos producen unas bolsitas con espermatozoides que se les llama espermatóforo que las hembras recogen de los suelos. En algunas especies el macho produce un tipo de “baile nupcial” para estimular a la hembra a que recoja el espermatóforo.
Las hembras suelen poner los huevos fecundados (aproximadamente de 10 a 50) en un hoyo en la tierra y luego de cubrirlos los abandonan. Sin embargo, en los ciempiés de mayor tamaño, las hembras se enroscan alrededor de los huevos hasta que estos eclosionan e inclusive cuidan a los pequeñines.
Estos artrópodos tienen gran importancia agrícola y ecológica ya que destruyen insectos dañinos, como las llamadas changas y los caculos. Por otra parte sirven de alimento a una amplia gama de vertebrados, como coquíes, lagartijos y aves. Uno de los artículos alimenticios más importantes del Guaraguaito de bosque (Buteo platypterus) lo son los grandes ciempiés rojos que se encuentran en suelos de nuestros bosques.
Sin merecerlo, los ciempiés tienen poca aceptación y muchos les temen pensando que son venenosos. Probablemente hemos visto un ciempiés meterse dentro de un hogar, luego de fuertes aguaceros. Su escondite predilecto suelen ser los zapatos y muchos de los casos de mordidas por parte de estos animales ocurre cuando la persona se coloca su calzado y hay uno de estos animales dentro.
No obstante, aunque la mordida de un ciempiés puede causar dolor, su veneno no es lo suficientemente fuerte para causar la muerte o algún problema serio a menos que usted sea alérgico a la picada de estos animales.
El autor es Catedrático de Biología en la Universidad de Puerto Rico en Humacao y es miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cienciapr.org).