Si bien la demora en los desembolsos de las becas y préstamos federales para estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico llegará a su fin en las próximas semanas, las complicaciones provocadas por la espera dejan un sabor amargo.
“Ha sido una mala experiencia, para ser sincero. Uno cuenta con ese dinero porque obviamente hay distintas necesidades”, dijo a Diálogo el estudiante de derecho, José Coss Chárriez, quien se encuentra a la espera de recibir el primer pago de un préstamo federal.
“Lo que uno no entiende es por qué se han tardado tanto en este proceso. Aunque uno sabe que la administración se encuentra en una posición difícil económicamente y más ahora después del huracán [María], entiendo que debieron haberle dado prioridad al asunto de los desembolsos. Por ejemplo, creo que debieron haber considerado enviar un porcentaje del préstamo por adelantado”, agregó el egresado de la Escuela de Comunicación.
El 21 de noviembre, la decana de estudiantes, Gloria Díaz Urbina, comunicó mediante una carta circular que este 15 de diciembre se desembolsaría el pago de las becas Pell, mientras el día 22 se haría lo propio con los préstamos estudiantiles.
En declaraciones escritas, la decana defendió el proceso llevado a cabo por la administración para asegurar las ayudas económicas de los estudiantes.
“No hay atraso en el pago. Estamos pagando en la fecha que corresponde porque cuando reiniciamos labores el 30 de octubre era el quinto día del semestre. Mientras no tengamos labor académica –y en este caso fue por un desastre natural–, se detienen todos los fondos federales. Luego del comienzo, tiene que pasar una semana de clases continua y debemos realizar el censo de asistencia en todos los cursos”, señaló Díaz Urbina en su comunicado a este medio.
Asimismo, añadió que no se puede solicitar, otorgar y pagar fondos federales a estudiantes que no estuvieron presentes en el salón de clases o no regresaron a la universidad.
“El proceso de pago tiene que seguir su reglamento y más aún cuando el recinto y el sistema UPR está en probatoria. Esto fue diferente en cada recinto, según las circunstancias particulares como secuela de la huelga y el huracán María”, explicó la funcionaria.
Sin embargo, en lo que se efectúan los pagos, estudiantes como Coss Chárriez tendrán que seguir haciendo de tripas corazones para lidiar con la precariedad económica que se agudiza en el Puerto Rico pos-María.
“Por el momento he sobrevivido con el equipito de soccer donde me gano un dinerito, trabajando un día a la semana en un restaurante y trabajando por PEAF. Claro, uno quisiera no tener tantos trabajos a la vez y poder dedicarse a estudiar. Al menos ya tenemos una fecha para el desembolso [del préstamo] y eso le da a uno cierta tranquilidad ilusoria”, reflexionó el estudiante.