‘‘…a la larga, lo que importa no es la escritora o el escritor, es lo escrito, es la obra.
Ése es el legado de quienes, de todas las artes, escogemos la palabra para trabajar y comunicarnos.’’
– Magali García Ramis
Magali García Ramis lleva más de dos décadas disfrutando las vivencias que le ha traído su célebre novela Felices días, tío Sergio. ‘‘La experiencia de vivir 25 años junto a este libro ha sido reveladora…’’, nos dice la autora, y no es para menos. Esta novela tuvo gran trascendencia en generaciones de lectores. Felices días, tío Sergio contó con 15 ediciones y 120 mil ejemplares vendidos, posicionándose como un texto trascendental en la literatura puertorriqueña.
Distintos lectores, diversas interpretaciones y puntos de enfoque en la novela, en efecto, la trama continúa retoñando con cada generación de lectores. La autora nos comenta que el mayor legado ha sido la afinidad que encuentran las personas entre ella y Lydia. Constantemente la confunden con la joven protagonista, y esto genera conversaciones en las que Magali García Ramis termina por descubrir nuevos aspectos de este texto.
¿Quién no conoce al tío Sergio? Ese hombre surtido de ideas radicales que enamoran a su sobrina Lydia, dócil entre el matriarcado que la criaba. La vigencia de Felices días, tío Sergio es más que motivo de celebración. El éxito de la novela también fue productivo en el desarrollo de la obra literaria de la autora: ‘‘Esta novela me abrió a un universo de narrativa que luego he seguido desarrollando". Explica que los temas planteados continúan en sus obras posteriores como el caso de Las noches del Riel de Oro o la reaparición de algunos personajes en Las horas del sur.
Felices días, tío Sergio fue escrita a maquinilla. Dato interesante porque fue un instrumento para la escritura muy útil en otro tiempo. Simboliza el contexto socio político en las décadas de los cincuenta y sesenta en Puerto Rico, cuya situación no ha cambiado significativamente si lo pensamos desde el status de coloniaje. También la novela se ocupa de temas como la condición de la mujer y los ideales de libertad que cobran otro sentido en la actualidad. Los escritores no suelen tener control del peso histórico de sus textos; ‘‘…a la larga, lo que importa no es la escritora o el escritor, es lo escrito, es la obra. Ése es el legado de quienes, de todas las artes, escogemos la palabra para trabajar y comunicarnos.’’
La belleza de un buen análisis literario recae en la continua reinterpretación, la fuerza de la historia no caduca. Y para que no caduque la historia necesita ser releída, explorada y difundida. Para Magali García Ramis no hay mejor modo de celebrar el 25 aniversario de la novela sino leyéndola.
Hoy, bajo el lema El 25, los 25: El cumpleaños de "Felices días, tío Sergio" recordarán la primera publicación. La actividad se llevará a cabo a las 6:00 pm en el almacén de las Hermanas Rivera, calle San Sebastián en el Viejo San Juan. La autora invita al público a llevar su ejemplar de la novela para firmarlo y estampar un sello conmemorativo.