Hace un tiempo, el Centro de Desarrollo Preescolar de la Administración Central (CDPAC) de la Universidad de Puerto Rico tuvo la iniciativa de crear un huerto para que los pequeños experimentaran con la tierra y la agricultura.
Esta idea fue abandonada y se retomó este semestre con la ayuda de la jardinera Norma González quien comentó que la restauración del huerto se realizó “con el fin de que los niños y las niñas, además de tener el conocimiento teórico, tuvieran destrezas motora”.
En un espacio lleno de colores, de aire puro, donde cada elemento tiene diferentes funciones, se encuentra la prolífica cosecha que los infantes del centro sembraron. Las gomas, envases de metal, y unas montañas de tierra abonada y fértil, sirven como base para las flores, los granos, los vegetales y especias que han sido cultivadas por manos de niños y niñas de 3 y 4 años de edad.
Al sembradío de girasoles, café, arroz, pimienta, plátanos, espinaca, cilantrillo, guingambó, también asistieron estudiantes de quinto grado de la escuela Julio Sellés Solá, de Río Piedras, quienes fueron los ayudantes del recogido de habichuelas que cultivaron y cuidaron los niños del centro. Para éstos, también fue la primera vez que se exponían al cultivo y recogido. Incluso, algunos comentaron que estaban ansiosos por comenzar su propio huerto.
Al preguntarle a González sobre cómo reaccionaron los niños y niñas a la idea de trabajar con tierra, ésta comentó que “estaban receptivos”.
“(…) Para muchos era la primera vez que trabajaban con tierra, pero luego quedaron fascinados”, explicó.
En la actividad, estuvieron presente estudiantes de la Escuela Julio Sellés Solá, de Río Piedras.
La encargada del huerto dijo, además, que los niños tuvieron la oportunidad de trabajar con composta, de sembrar con semilla y transplantar. Aún más, los noveles agricultores tuvieron la responsabilidad de regar y quitar la maleza de cada cosecho para que crecieran en todo su esplendor.
Según González, quien lleva desde los tres años trabajando en la agricultura, “es importante inculcarle a los niños la importancia de sembrar y de crear conciencia de lo mucho que nos da la naturaleza y lo poco que le agradecemos”.
Afirmó que junto a Myrna Semidey, maestra de la escuela Julio Sellés Solá, se pretende comenzar un “advenimiento de un nuevo país”.
Esto, ya que según mencionó, es importante crear sentido de pertenencia a los niños, en estos primeros pasos educativos. En su caso, la manera de llevarlo a cabo es a través de la agricultura.
Por esta razón, la agricultora invitó a los estudiantes de la escuela Julio Sellés Solá, que a pesar de tener el día libre, decidieron ayudar en la cosecha de los estudiantes del centro preescolar.