RIO DE JANEIRO – La Marina de Brasil intensificó su búsqueda de restos del Airbus 330 de Air France que cayó al océano Atlántico con 228 personas a bordo y que, según un diario francés, podría haberse despedazado al entrar en una zona de tormentas a una velocidad incorrecta. La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) descartó, en tanto, que objetos recogidos el jueves por un helicóptero de la Marina en la zona rastrillada fueran del vuelo AF 447, que partió de Río de Janeiro hacia París en la noche del domingo y del cual se perdió el contacto unas cuatro horas después de su despegue. Un helicóptero Lynx de la fragata Constitucao, guiado por un avión C-130 de la FAB, izó un soporte usado para acomodar cargas (pallet) y dos boyas, que inicialmente se consideraron podrían ser los primeros restos recuperados del Airbus. Pero el brigadier Ramon Borges Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la FAB, dijo en la noche que, luego de analizados los objetos, se descartó que pertenecieran al Airbus 300-200 siniestrado. “Confirmamos que el ‘pallet’ encontrado no era parte de los destrozos de la aeronave”, afirmó el oficial en una conferencia de prensa en la ciudad de Recife, en el noreste de Brasil, agregando que se trataría de “basura”. Aviones de la FAB avistaron numerosos destrozos entre el martes y jueves en una amplia zona del Atlántico a unos 1,200 kilómetros al noreste de Recife, así como extensas manchas de combustible, pero sin ubicar sobrevivientes o cuerpos. La fragata Constitucao se unió a otras dos unidades de la Marina en las búsquedas el jueves, asumiendo el comando de las tareas en un área circular de 200 kilómetros de radio, dividida en tres sectores. La FAB informó que operan en las búsquedas 11 aeronaves, movilizadas en la Base Aérea de Natal, en el noreste de Brasil, y en la isla Fernando de Noronha. En tanto, en Río de Janeiro, cientos de personas se reunieron en un acto ecuménico en una céntrica iglesia para recordar a las víctimas, en su mayoría brasileños, franceses y alemanes. “Llorar la pérdida de un hijo duele mucho. Como madre, todavía tengo la esperanza de que ocurra un milagro”, dijo entre lágrimas Marieta Parente, madre del jefe de Gabinete de la alcaldía de Río, Marcelo Parente, quien estaba en el fatal vuelo AF 447 de Air France. El vuelo AF 447 partió a las 7:30 p.m. (hora local) del domingo de Río y el piloto reportó cuatro horas después que había ingresado en una zona de fuertes turbulencias. Minutos después se perdieron todos los contactos con la nave. Expertos, aunque reacios a admitir que una tormenta pueda por sí sola derribar un avión tan moderno, han especulado que turbulencias extremas o una descompresión explosiva podrían estar detrás del accidente. Servicios de inteligencia y analistas de seguridad indicaron que no se han detectado indicios de que el accidente pudiera ser fruto de un atentado, mientras el Gobierno brasileño afirmó que la presencia de combustible sobre el océano permite descartar la hipótesis de una bomba.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Brasil y Francia acompañaron el jueves a más de 2,000 familiares y amigos de las 228 víctimas del desastre en el acto ecuménico realizado en la Iglesia Candelaria, en el centro de Río. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien llegó en la madrugada a Brasil de una gira centroamericana, estuvo representado por su canciller, Celso Amorim. El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, lamentó en portugués la fatalidad. “En nombre del presidente de la República Francesa presento al presidente Lula, al pueblo brasileño, los pésames de Francia”, declaró. “Con todo el amor y la fraternidad, me inclino ante el sufrimiento de las familias y de los allegados (a las víctimas)”, agregó. Kouchner y el subdirector de Air France, Jean Claude Cros, se reunieron luego con familiares de las víctimas en un hotel de Río por cerca de una hora. En el encuentro, recibieron quejas de falta de información, reconoció Kouchner en posterior conferencia de prensa, indicando que nada se ocultaba y se daban los datos que se conocían “a medida que evoluciona la investigación”. Brasil encabeza las búsquedas de los restos del Airbus, pero el Gobierno de Francia estará a cargo de las investigaciones del accidente, ya que el avión llevaba la bandera francesa. Un navío francés equipado con un minisubmarino capaz de descender hasta una profundidad de 6.000 metros está en camino hacia la zona donde se avistaron los restos. Las búsquedas incluirán un esfuerzo por detectar las cajas negras del Airbus, que contienen grabaciones de voz y datos técnicos sobre el vuelo, consideradas vitales para descubrir las causas del desastre, el peor en la historia de Air France. Pero, el rescate, pese a la disponibilidad del minisubmarino, resultará extremadamente difícil, según expertos, ya que la profundidad del océano en la región es de entre 2,500 y 3,000 metros. Investigadores franceses ya dijeron que podría nunca conocerse la verdad sobre lo que exactamente hizo desplomar al enorme aparato.