Esta vez no estaba en el escenario junto a su orquesta, pero el maestro Maximiano Valdés Soublette, director titular de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, sabía que estaba en el espacio correcto para dirigir al público a un viaje exploratorio del pasado al presente, a través de la historia de la música.
Valdés Soublette, quien también es director artístico del Festival Casals, visitó el miércoles el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) como orador invitado de la tradicional lección magistral auspiciada por la Facultad de Estudios Generales (FEG).
El director musical reconoció que no era la primera vez que estaba “frente a tantos estudiantes”, a la vez que mencionó que su ponencia, La importancia de la música en el desarrollo de las humanidades, era “una oportunidad única para reconocer el valor de la música a niveles humanísticos”.
“Por mucho que un orador logre encandilar, no se compara, de ninguna manera, al efecto que pueda producir un artista ante un público, a través de la música”, manifestó Valdés Soublette, mientras argumentaba sobre las oportunidades que ofrece la música, como lenguaje universal.
El musicólogo, natural de Chile, utilizó su historia de vida para destacar que el desarrollo de la música debe comenzar desde la reflexión de cada individuo y de esa manera poder reconocer las virtudes de la música a la luz de los contextos actuales de la sociedad.
“La decisión de dedicarme a la música la tomé a los 18 años cuando reflexioné y concluí que sería esta disciplina la que me permitiría expresarme y desenvolverme como quisiera”, aseguró.
El maestro instó a los estudiantes y público presente a introducir la música en su quehacer diario, “no solo como pasatiempo, sino como una virtud del ser humano para desarrollar su cultura y sus capacidades de una forma artística y expresiva”.
Nuevos espacios para la comunidad
Parte del contexto de esta actividad recae en la reinauguración de los siete anfiteatros de la FEG, que ahora cuentan con un nuevo equipo de sonido y audiovisual.
Un sonido con enfoque a 360 grados, con un ambiente natural y proyección de alta definición, forman parte de los nuevos recursos que ambientarían los espacios de los anfiteatros durante eventos teatrales o conferencias.
El decano auxiliar de asuntos administrativos de la FEG, Carlos J. García, destacó que ahora tienen la oportunidad de abrir espacio a la comunidad “para que hagan uso de estas renovadas facilidades porque eso es lo que estamos buscando; incentivar el uso de nuestro recinto para el bienestar de toda nuestra comunidad universitaria”.
A sus expresiones se unió el director de la oficina de comunicaciones del recinto riopedrense, Mario Alegre Barrios, quien expresó que la administración busca “crear espacios vivos dentro del recinto y esta reinauguración es un paso para lograrlo”.
“Queremos que la comunidad universitaria se sienta orgullosa y apoderada de los recursos que tiene”, manifestó Alegre Barrios.
Fernando Picó dejó su huella
Como parte de la iniciativa desarrollada por el fenecido profesor e historiador Fernando Picó, la ponencia contó con la asistencia de un grupo representativo de confinados compuesto por tres hombres y tres mujeres adscritos al programa de estudios universitarios para confinados y confinadas.
Para Edna Benítez Laborde, coordinadora del proyecto adscrito a la FEG, esta experiencia “sirve como parte de lo que son las actividades del recinto parar acoger a esos estudiantes y hacerlos parte de lo que es la vida universitaria”.
Ante la disponibilidad de los nuevos recursos tecnológicos inaugurados en los anfiteatros, y las distintas propuestas presentadas con miras a que la comunidad haga uso de ello, Benítez Laborde adelantó que hay posibilidades de actualizar y ampliar el proyecto ante disposiciones como esta.
“En los planes está ampliar el proyecto y las instituciones, diversificar el tipo de experiencia educativa e introducir la tecnología. El Departamento de Corrección está muy abierto a explorar esas prioridades”, comentó la profesora, reconociendo que actualmente todos los procesos están detenidos debido a las complicaciones tras el paso del huracán María.
A su vez, añadió, sin mucho detalle, que ante la iniciativa por seguir humanizando y educando a ciudadanos privados de la libertad, “esperamos que en algún momento alguna biblioteca del sistema correccional tenga el nombre de Fernando Picó”.
La profesora finalizó extendiendo un llamado para que se apoye el programa de manera más amplia y solidaria. Y es que el programa no está exento de limitaciones. “Hay una necesidad de libros que agradeceríamos muchísimo poder contar con ellos para la educación de nuestros estudiantes”, mencionó.
Por su parte, el confinado Cristopher Reyes Pérez reconoció que este programa le ha servido para “enmendar errores del pasado, educándonos y ampliando nuestro conocimiento”.
“La gente tiene que entender que hay posibilidades de progreso. Queremos demostrarle que el cambio existe y se encuentra dentro de la voluntad de cada uno. Aquí el conocimiento no es malo, lo importante es la manera en la que se emplea”, expresó Reyes Pérez, reconociendo su satisfacción con el programa de estudios.
Desde el 1987 la FEG y su Programa de Bachillerato realiza la lección inaugural durante inicios del primer semestre de cada año académico. Sin embargo, este año la actividad de bienvenida a los estudiantes de nuevo ingreso, que ya es una tradición en el recinto riopedrense, tuvo que ser reprogramada para finales del semestre en curso, dados los contratiempos climatológicos.
Mientras, el decano interino de la FEG, Aurelio García Archilla, adelantó que estarían evaluando los retos que continúan dentro de la facultad y el recinto “de manera que podamos renovar no solo las facilidades físicas y currículos, sino también los recursos para así poder adaptarnos a las situaciones del contexto actual en Puerto Rico. La Universidad es el instrumento de desarrollo del pueblo y nuestra misión es seguir aportando para que continúe de esa manera”.