En Puerto Rico, diariamente los medios de comunicación reseñan crímenes violentos en contra de las mujeres, los niños, los homosexuales y otros sectores minoritarios. Sin embargo, el sociólogo César Rey apuntó que “tenemos que empezar a llamar las cosas por su nombre” pues en muchas ocasiones la prensa puertorriqueña invisibiliza la trata humana cambiándole el nombre a “patrones horrendos de maltrato”.
En un foro titulado “La trata laboral y la mujer inmigrante: Condiciones de empleo y violencia” que se llevó a cabo recientemente en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Rey señaló que son pocos los casos que salen a la luz pública y que existen miles de personas que viven subyugadas. Además, explicó que la trata humana supone una “relación contractual” donde siempre hay un beneficio a cambio, ya sea dinero, comida, un techo, entre otras cosas materiales.
Puerto Rico no está exento de este tipo de crimen ya que los niveles de pobreza y desempleo que alcanza la Isla provocan su aumento, según señaló el catedrático asociado de la Escuela Graduada de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico.
Luego de nueve años investigando sobre el tema de la trata humana en Puerto Rico, Rey, presidente de la Junta de directores de la Fundación Ricky Martin (entidad que combate la trata humana), encontró que el factor económico de las víctimas es uno de los aspectos que más las vulnerabiliza. Indicó que el 100 por ciento de las personas que participaron en su investigación señalaron que tenía problemas económicos. Asimismo expuso que, por eso, cada día son más los jóvenes y niños que se emplean en el trasiego de drogas y el número de jóvenes que entran en el negocio ilícito de la prostitución.
Las mujeres también son un blanco fácil. “Las mujeres inmigrantes tenemos unas particularidades que nos hacen mucho más vulnerables que las mujeres de su país de origen”, enunció Romelinda Gruñón, quien es fundadora y directora del Centro de la Mujer Dominicana.
Según Gruñón, las mujeres se exponen a diversas manifestaciones de la violencia antes, durante y después de la travesía que deben realizar para llegar a la Isla. Además, señaló que el 7 por ciento de la población de Puerto Rico es de origen dominicano y que más del 50% de esa población está indocumentada.
Gruñón añadió que las mujeres dominicanas sienten temor y se privan de recibir algunos servicios básicos por su situación migratoria ya que continuamente son atacadas por el racismo y la xenofobia. También señaló que en la medida en que la situación económica en el país receptor empeora, o sea la situación económica de Puerto Rico, los inmigrantes se vuelven más vulnerables a la explotación laboral y sexual.
“Aquí en Puerto Rico la explotación laboral es terrible. Aquí se violan diariamente los derechos humanos de los inmigrantes tanto a nivel federal como a nivel estatal”, denunció Gruñón. Además, resaltó que la mayoría de los inmigrantes ganan menos del salario mínimo, que no tienen derecho ni acceso a un seguro médico y no reportan abusos ni situaciones de pobreza extrema.
“No podemos perder de vista cual es la raíz del problema. Es la pobreza, es la desigualdad social, es la irresponsabilidad de gobiernos que no les importa la población”, argumentó señalando que acciones como la implementación del IVA harán más fértil el negocio de la trata humana.
De acuerdo con Gruñón, esto se debe a que las acciones del gobierno no corresponden a las necesidades de la población. Asimismo, manifestó que la pobreza convierte a los inmigrantes en “presas fáciles para los depravados y depravadas que se enriquecen con su miseria”.
Un negocio muy lucrativo
La trata humana es uno de los negocios ilícitos más lucrativos conocidos internacionalmente y se aprovecha de las poblaciones más vulnerables y marginadas.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) registró que en el 2005 alrededor de 2.4 millones de personas fueron víctimas de la trata en un momento dado y las ganancias que reportaron por ese delito ascienden a los $32,000 millones. Sin embargo, es posible que esta cantidad sea mayor, debido a que no existe un mecanismo que permita saber cuántas personas exactamente están siendo subyugadas.
Los tratantes, personas que se involucran en esta acción criminal, engañan a mujeres, hombres y niños en todas partes del mundo. También, los someten diariamente a situaciones de explotación. Las formas más conocidas de trata de personas son la explotación sexual, el trabajo forzoso, la servidumbre doméstica, la mendicidad infantil y venta de órganos.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), se estima que en Europa unas 140,000 mujeres se encuentran atrapadas en alguna situación de violencia y degradación o explotación sexual. Además, se cree que una de cada siete trabajadoras sexuales ha sido esclavizadas en la prostitución a consecuencia de la trata de personas.
Por su parte, la UNODC estima que una de cada cinco de las víctimas son niños. Sin embargo, en las regiones y subregiones más pobres de África y en países del oriente, los niños conforman la mayoría de la población traficada. De la población de víctimas de trata en el mundo, las mujeres componen dos tercios y los niños una tercera parte.
El porcentaje de casos descubiertos de hombres que han sido víctimas de la trata es desproporcionadamente menor que el de las mujeres. Según la UNODC, esto se debe a que durante muchos años, la legislación pertinente de todo el mundo ha tendido a centrarse en la trata de mujeres y niños, o en la trata con fines de explotación sexual, cuyas víctimas, en su mayoría, son mujeres.
Las cifras aumentan
A pesar de que en Puerto Rico no existen estadísticas que permitan atacar el problema de la trata humana, la procuradora del ciudadano Iris Miriam Ruiz expresó su compromiso con las víctimas.
“Las cifras cada día se acercan más a lo que es determinante para declararla (a la trata humana) un crimen de lesa humanidad”, dijo Ruiz.
Actualmente, la Corte Penal Internacional reconoce el asesinato, la esclavitud,
la deportación o traslado forzoso de la población, la encarcelación u otra privación grave de la libertad, la tortura, la esclavitud sexual, la prostitución, el embarazo forzado, la esterilización forzada, la violencia sexual, la persecución, la desaparición forzada o secuestro de personas, el apartheid, entre otros actos inhumanos bajo esta categoría.
Por eso, Ruiz anunció que el próximo 12 y 13 de mayo estará representando a Puerto Rico en la Primera Cumbre Internacional sobre migración y trata en Colombia donde parlamentaristas y legisladores de todas partes del mundo firmarán un documento que se llevará a las Naciones Unidas y al ente internacional para que se considere la trata como un crimen de lesa humanidad.