Como independentista, es natural que la candidata a la gobernación María de Lourdes Santiago exponga la separación de los Estados Unidos como la principal solución a la amalgama de vicisitudes por las que atraviesa Puerto Rico.
Sin embargo, reconoce que incluso bajo el estatus actual existe amplio espacio para mejorar las prácticas de administración gubernamental, y por ende, la calidad de vida de los puertorriqueños, aunque aclara que ambos procesos –la transición a la descolonización y la formación de un gobierno más efectivo– deben ir de la mano.
Una de las agencias gubernamentales más consistentemente criticadas es el Departamento de Educación (DE).
Y es que, a pesar de contar con un presupuesto consolidado de casi $3,000 millones –incluyendo $1,600 millones con cargo al Fondo General– son ampliamente conocidas las numerosas dificultades que año tras año enfrenta el DE para funcionar debidamente. Y claro está, es la niñez puertorriqueña quien termina sufriendo las graves consecuencias de los desbarajustes administrativos.
Para Santiago, candidata del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), la falta de una cultura de rendición de cuentas en el DE ha evitado que verdaderamente se ataquen las raíces de los problemas, y eso tiene que cambiar.
“Pero tiene que ser para todos los funcionarios, porque no puede ser que se siga insistiendo que al maestro hay que evaluarlo. Sí [hay que evaluarlos], pero también hay que evaluar a la persona que es responsable de que haya libros en los salones y los libros no llegan. Y ahí hay un elemento de politización en el DE muy profundo”, dijo Santiago.
Igualmente, señaló que Puerto Rico tiene que avanzar en cuanto a las metodologías pedagógicas que se utilizan, pues actualmente se sigue un modelo retrógrado, que atenta contra las posibilidades de aprendizaje y aprovechamiento de los niños, y en particular de aquellos que forman parte del programa de educación especial.
“Tiene que haber diversidad. Hay niños que van a funcionar bien dentro del sistema Montessori. Hay niños que no. Hay niños que pueden beneficiarse de temática integrada. Hay niños que no. Hay niños que van a funcionar bien en el sistema convencional, otros no. Hay otros que son autodidactas, tienen la capacidad de funcionar con una dirección limitada. Hay miles de sistemas educativos, Puerto Rico tiene que crear su proyecto educativo, pero tiene que reconocer el valor del magisterio para empezar”.
“En un salón típico de quinto grado en Puerto Rico tienes 30 estudiantes. Con toda probabilidad, de esos 30 niños y niñas tienes dos dentro del espectro del autismo, tres con déficit de atención, uno con trastorno oposicional desafiante, cuatro con problemas específicos de aprendizaje y un solo maestro o maestra que tomó tres créditos para prepararlo en educación especial”, ilustró la candidata.
Santiago propuso que, en lugar de cerrar escuelas ante la merma en población, se aproveche la coyuntura para reducir el número de estudiantes por salón. También por esa línea, indicó que se debe dar más énfasis a las escuelas especializadas.
“Por ejemplo, en Puerto Rico hay dos escuelas especializadas en niños sordos. El departamento no los quiere referir a esas escuelas porque alega que la integración y la inclusión se da mejor en corriente regular. Bueno, no para todos los niños. Hay quienes sí se benefician de escuelas especializadas”, afirmó la líder independentista.
- Diálogo: Estamos hablando de que hace falta una reorganización monumental en el Departamento de Educación. No se puede hacer en cuatro años.
- Santiago: Aquí hay que acabar con el mito de los primeros 100 días. Esto no es un corte de cinta, esto es hacer un país nuevo. Y tiene que haber en los temas importantes: salud, educación, seguridad; un consenso político mínimo porque lo otro es alguien viene con la gran idea y en cuatro años desaparece. Para que esos consensos se sostengan tiene que haber un consenso ciudadano para que la gente proteja la voluntad de reformar esas instituciones. En las escuelas eso quiere decir que es un proceso que tiene que contar con los maestros y maestras, no puede seguir el dirigismo extremo sin saber lo que está pasando. Aquí [entra] lo de las pruebas estandarizadas, que no sirven para nada. Eso no mide inteligencia, posibilidad de éxito académico futuro, ni talento en particular. Miden cuanto tú sabes de un tema en particular porque se te enseñó en ese momento. ¿Esas pruebas para qué existen? Para generar una cultura de fracaso porque si muchos nenes salen mal en las pruebas se justifican millones de dólares en contratos para tutorías y para coaching. ¿Qué hace el departamento? Envía a dar coaching a gente que nunca ha pisado un salón de clases. Eso se ve con buenos ojos en Puerto Rico, esas cosas tienen que escandalizar, tienen que provocar una mayor indignación.
- Diálogo: ¿Cómo se le da continuidad a los proyectos para que no se altere todo el panorama cuando haya cambios de administración?
- Santiago: Tiene que haber manos afuera y eso necesita instituciones políticas dispuestas a hacerlo. Yo lo que puedo decir es que con el PPD y el PNP no va a pasar porque la prueba es que no ha pasado. Pero no se trata solamente del jefe de agencia. Yo sé de gente que ha llegado a las agencias con muy buenas intenciones y que han procurado ir a los que están abajo en la línea de fuego, ¿cómo hacemos para mejorar? Es un problema no solamente de quién está en la cabeza de la agencia, son las estructuras que permiten la politización del día a día. La politización no es una cosa abstracta y lejana, la politización es que si tú eres popular y tu subalterno es penepé tú le vas a hacer la vida imposible sin tener que pagar consecuencias por ello.
- Diálogo: ¿Eso se transforma cambiando las estructuras o la gente que está dentro de ellas?
- Santiago: Tienes que cambiar las dos cosas. Aquí no hay atajo. El país ya no aguanta esa tibieza de poner un parcho. Hay cosas que tienen que cambiar profundamente. Un ejemplo en Educación: dicen que si los maestros faltan tanto. Primero, que las cifras que utilizan no son las precisas. Pero en todo caso, si hay un maestro con problema de ausentismo, usa el proceso disciplinario. Pero úsalo también para los que están más alto en las estructuras de mando en el departamento.
Un sistema contributivo más racional
En el plano económico, Santiago considera que una reforma contributiva es impostergable. A su juicio, el sistema tributario actual carece de racionalidad, pues “depende” en demasía de la gente más pobre del país, haciendo más vulnerables a sectores que ya de por sí enfrentan grandes dificultades para mantenerse a flote económicamente.
“El asalariado o el que trabaja por su cuenta en Puerto Rico le entrega al gobierno un 25% de lo que gana. Paga contribuciones sobre ingreso, paga el IVU, paga el CRIM. Paga impuestos especiales, contribución mueble, el costo de los servicios por los cuales cobra el gobierno”, enumeró la senadora.
“Las grandes empresas extranjeras tributan a unas tasas del 3, 2, 1, 0 por ciento. Esa anomalía hay que cambiarla. No se trata de imponer contribuciones confiscatorias, sino que haya un balance y un sistema de rendición de cuentas. Todo el mundo habla de rendición de cuentas de corporaciones exentas. Oye, si están tan dispuestos a hacerlo cómo es que en 60 años nadie lo ha hecho”, cuestionó Santiago en referencia a los gobiernos pasados.
Además del disloque en la responsabilidad tributaria de los diversos componentes de la sociedad puertorriqueña, la aspirante pipiola planteó que se necesitan cambios más profundos en la estructura económica que intenta sostener al país, pues asegura que el sistema actual está “atrofiado”.
La propuesta enmienda al Código de Rentas Internas federal que crearía la sección 245ª, y que se considera una especie de reemplazo de la antigua sección 936 que otorgaba beneficios contributivos a compañías extranjeras que operaran en Puerto Rico, fracasa en crear “eslabonamientos” con la economía local, por lo que las empresas no tendrían alicientes para quedarse en la isla, más allá de las exenciones, opinó Santiago.
“El tema de la agricultura es probablemente el que se puede asociar a más elementos de la vida económica y social del país. Una de las grandes vulnerabilidades de Puerto Rico es que solamente producimos el 15% de lo que consumimos. Pues el Estado tiene que destinar más recursos para promover la agricultura. ¿Pero qué es lo que ha hecho el gobierno? En una década [ofrecieron] $519 millones a las semilleras en incentivos, como Monsanto, Dow, Syngenta y Pioneer, y 238 millones de galones de los acuíferos del Sur. Mientras, al agricultor bonafide se le hace muy difícil tener acceso a tierras, tener acceso a insumos”, denunció la también abogada.
“La idea del PIP es dedicar 600,000 cuerdas a un cultivo ordenado de los productos que puedan tener salida y vincularse a otras empresas. De la agricultura te surge procesamiento de comida. En el sistema UPR hay dos preparaciones en ese tema, pero aquí no hay una industria realmente importante de procesamiento de alimentos [por lo que] ahí hay un espacio de crecimiento importante”, indicó Santiago, quien además mencionó al turismo y la exportación de servicios tales como la creación de software como industrias que bien pudieran ocupar un lugar de mayor relevancia en la economía local, sin tener que depender de la inversión extranjera.
Cambio de enfoque
Por otro lado, Santiago propone un acercamiento distinto al grave problema de la criminalidad, particularmente en lo referente al tráfico de drogas. Apuntó que, dado el fracaso de la ‘guerra contra las drogas’, iniciativas de “mitigación de daños” son indispensables.
- Diálogo: ¿Usted favorece la legalización o despenalización de la venta y el consumo de drogas?
- Santiago: Yo creo que eventualmente el mundo se tiene que mover a la despenalización de las sustancias controladas. Es un tema bien difícil. Y yo no entiendo lo de la segregación de la marihuana [de las demás drogas]. Vamos a hablar de todo. Y es un tema bien complicado porque, ¿qué vamos a hacer? ¿Cómo se va a hacer disponible, qué tipo de reglamentación y fiscalización va a tener el Estado? Y bien importante, separar el tema de la despenalización del tema de la utilización medicinal del cannabis. Yo creo que el cannabis medicinal debe estar lo más disponible [posible]. En cuanto a la idea de crear la industria del cannabis medicinal, [me parece que] ya tenemos demasiadas industrias que hacen los productos inaccesibles a la gente. La idea no puede ser reproducir eso mismo para el paciente de cáncer o de glaucoma que necesita cannabis medicinal.
- Diálogo: ¿Y entonces con el resto de las drogas, se deberían despenalizar igualmente?
- Santiago: Yo no me atrevería a decir categóricamente que eso deba ser así ahora. Yo creo que es una conversación que tenemos que tener. Hay un trabajo extraordinario que se está haciendo a través de las Naciones Unidas sobre cómo mover la opinión publica en esa dirección.
En su plataforma, Santiago propone el Seguro Nacional de Salud, un sistema universal de cubierta médica que dejaría en un segundo plano a las aseguradoras privadas, que únicamente podrían proveer una cubierta subsidiaria que complementara la básica.
De acuerdo con la candidata, esto forma parte del esfuerzo por redirigir el enfoque “a una cultura de promoción de la salud, cómo hacemos que la gente se enferme menos”.
“En Puerto Rico ahora vivimos mucho más, ha aumentado la expectativa de vida en peores condiciones, y las principales enfermedades causantes de muerte en Puerto Rico son todas asociadas a estilos de vida: cardiovasculares, pulmonares, cáncer y diabetes mellitus”, apuntó Santiago.
La “regionalización”, de igual forma, es un elemento que Santiago entiende debe retomarse. El modelo que Santiago esboza es el de los llamados Centros 330, que se especializan en ofrecer atención primaria.
“Por ejemplo, en mi pueblo de Adjuntas hay un médico que está trabajando condiciones de salud vinculadas a las condiciones de trabajo de los agricultores, que están expuestos a las condiciones del clima y a químicos. Eso es un problema en Adjuntas, no en Rincón. En el Centro en Rincón, pues se dedican a atender los problemas de salud de esa región”.
A continuación, Santiago habla sobre su visión de lo que debe ser la UPR:
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