El vestíbulo de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP) se transformó en una granja, un caudaloso río hondureño y hasta en las calles de New York, a medida que los distintos narradores daban vida a sus relatos para el deleite de los más pequeños y los adultos.
Ayer se celebró el Día Mundial de la Narración Oral por primera vez en la UPRRP, una iniciativa de la profesora Nellie Zambrana y otros docentes de la Facultad de Educación.
La organizadora explicó que esta actividad surgió de su interés por presentar cuentos infantiles y juveniles de temas como la identidad racial, social y lingüística de autoras puertorriqueñas en la Facultad.
El comité organizador aprovechó el contexto de la celebración mundial de la narración oral para llevar a cabo la iniciativa y darle un alcance más amplio y educativo. Zambrana también expresó que “nuestra facultad tiene historial de ser pionera en muchas iniciativas relacionadas a las artes del lenguaje”.
Sergio Marichal López narró el primer cuento titulado: “Tulipán, la jirafa puertorriqueña” utilizando la milenaria técnica japonesa del kamishibai, que combina imágenes con la narración oral. Con esta historia, el joven apeló al tema de la emigración masiva de puertorriqueños hacia los Estados Unidos y cómo esto puede afectar su identidad cultural.
“La narración oral me ha hecho abrir nuevos caminos, nuevos mundos, nuevos horizontes y eso mismo es lo que yo quiero transmitir a los niños por eso es que cuento y narro para niños específicamente”, explicó Sergio Marichal.
Además, Marichal López aprovechó el espacio para comentar sobre la situación de los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y su lucha actual con el gobierno del País. “En estos momentos los estudiantes están en pie de lucha, yo me uno a esa voz, me uno a esa lucha porque queremos una educación accesible, una educación pública… basta ya del abuso”, manifestó antes de dar inicio al relato infantil.
En entrevista con Diálogo, explicó que “no hay edad para empezar a escuchar sobre las luchas de los estudiantes y del pueblo puertorriqueño… siempre aprovecho los espacios con niños para introducir temas así… y ahora que está tan candente ese tema, traerlo para que la gente reflexione”.
La segunda historia estuvo a cargo de la autora Tere Marichal Lugo, conocida por su personaje de María Chuzema, quien leyó su cuento “Berta y el río Gualcarque”, escrito recientemente. Según dijo, está dedicado a la hondureña Berta Cáceres, una activista ambientalista, líder de la comunidad lenca y defensora de los derechos humanos que fue asesinada el pasado 3 de marzo de 2016, en su residencia. “Entiendo que es el foro ideal para recordar a esa mujer tan importante”, comentó.
Marichal Lugo también resaltó la importancia de la narración oral y mencionó algunas técnicas que se utilizan, entre ellas, una creada por la propia escritora que consiste en una sucesión de dibujos plasmados en un paño.
Para Tere Marichal, la narración oral es más que un gesto para niños, “nosotros seguimos en las calles y en las plazas contando nuestras historias, nuestros cuentos, contando lo que vemos porque no podemos callarnos, no podemos permitir que la censura nos opaque, nos silencie”.
De igual forma, hizo un llamado a participar de actividades de este tipo, “porque la narración oral al fin y al cabo es el discurso público del pueblo que sale a las calles”. Y añadió que actualmente la gente ha olvidado la importancia de la lectura y el apoderamiento del vocabulario que le da poder a la persona.
“Mientras más se escuche el discurso público, no el de los políticos, el de la gente, creo que nos vamos a comunicar mejor, vamos a tener un país más más sano mentalmente, vamos a comprender que no le podemos tener miedo a la palabra”, sostuvo Marichal Lugo.
Después de su participación, las siguientes narraciones estuvieron a cargo del grupo Cuentacuentos de Puerto Rico, liderado por Marichal.
Para Héctor Sánchez, quien asistió con su hija a la actividad, fue una iniciativa excelente porque la información y variedad de temas “nutre mucho tanto a la familia, a los papás como a los nenes pequeños también”.
Richard Román leyó el cuento “Valentina ya no dice mu”, mientras la profesora de la UPRRP Mirabel Rodríguez, en su papel de la jíbara Gumersinda, lo dramatizó.
La escritora puertorriqueña Zulma Ayes se mostró muy satisfecha con la celebración de la narración, porque esto fomenta el disfrute de la lectura, ya que es importante “sacar la idea de la lectura como un espacio necesariamente solitario, aburrido, un espacio en el que uno no se puede divertir”. Ayes fue acompañada por su grupo “Cuenta Cuentos Inter Metro”, quienes animaron al público con una amena narración que incluyó música.
También hubo una participación especial por parte de la Asociación Suzuki de violinistas de Puerto Rico, quienes musicalizaron el cuento “El flamboyán amarillo” y ofrecieron un recital de violín en el que interpretaron piezas de compositores clásicos y narraron parte de sus biografías.
Los niños de la Asociación Suzuki de violinistas de Puerto Rico interpretan un número musical como parte de su narración del cuento “El flamboyán amarillo”.
Otro de los relatos fue presentado por varios niños del Club de Lectura de la escuela Luis Muñoz Rivera de Río Piedras y la Escuela Elemental de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Estos hicieron una narración teatralizada del cuento “Niña bonita” de Ana María Machado.
La maestra encargada del grupo, Magdamell Quiñones Vélez, explicó que eligió este cuento porque resalta la negritud. En el contexto social de la escuela Luis Muñoz Rivera, donde imparte el primer grado, la mayoría de las niñas son negras, y “cuando [leen el cuento] se dan cuenta que son niñas bonitas todas, ellas se apoderan de su negritud de una manera bien genuina”.
El club de lectura se formó con el propósito de crear una comunidad de aprendizaje que rompiera las barreras de la estructura física de ambas escuelas.
No obstante, a pesar de su participación y la colaboración entre la escuela y la UPR, la maestra dijo que esperaba tener más de sus estudiantes presentes en la actividad, ya que se celebró en Río Piedras. “Eso significa que todavía nos queda mucho camino por recorrer… pero yo entiendo que esto puede ser un buen comienzo para que más adelante… que sea una universidad abierta para la comunidad riopedrense”, reflexionó Quiñones Vélez.
Varios estudiantes de la UPRRP también participaron de la narración de historias. Entre ellos, el joven Irvin Rodríguez Acosta, relató un cuento de su autoría titulado: “Aviones de papel”. El joven dijo que, “como escritor pienso que es un buen ejercicio porque así es como empezó todo. Todo empezó antes con la narración oral y de la narración oral es que partimos a la escritura”.
Estudiantes de la UPRRP resaltan a Julia de Burgos
Por otra parte, un grupo de estudiantes practicantes de la Facultad de Educación con concentración en Español Secundaria, dirigidos por la profesora Nannette Portalatín Rivera, narraron la vida de la poeta puertorriqueña Julia de Burgos a los niños.
El pasado mes de febrero se celebraron los 101 años del natalicio de Julia de Burgos y, por tal razón, aprovecharon este espacio para rendirle homenaje a la escritora. “Es importante que aún desde los niños ya vayamos enseñándoles a ellos a valorar la figura de la mujer, a valorar la figura de la poeta, valorar la literatura”, puntualizó Portalatín Rivera.
Al culminar la narración los niños tuvieron la oportunidad de dibujar algo relacionado con la poeta Julia de Burgos.
Danisse Martínez, una de las practicantes, se mostró sumamente satisfecha con la experiencia y explicó que esta actividad “también nos da la oportunidad de salir del contexto quizás curricular y pues venir un domingo a la universidad, creo que es un gesto muy bonito”.
Asimismo, la estudiante Gabriela Calzada Rodríguez, comentó que “estas actividades son maravillosas para establecer contacto con una población estudiantil que viene a educarse fuera de horario lectivo los fines de semana”. Y también es una oportunidad como maestros para inculcar y revitalizar la tradición oral puertorriqueña.
Por su parte, Jorge Antonio Sánchez Rivera y Daliz Marie Dávila Fornier, señalaron que, a pesar de especializarse en nivel secundario y haber trabajado con niños en esta ocasión, fue una experiencia enriquecedora. “No solamente involucramos la tradición oral, sino que también integramos las bellas artes… Nuestro fin era que la pasaran bien [y] que aprendieran”, explicó Dávila Fornier.
Mientras, Janisse Pagán, aprovechó la oportunidad para resaltar la importancia de la lectura y narración en los niños. “Exhortamos a los papás a que les lean a sus hijos porque eso es sumamente importante, que les enseñen y les den ese amor por la lectura”, dijo la maestra en formación.
Lucía Carrasquillo Durán y Fernando José Colón Flores, estudiantes de séptimo grado de la Escuela Secundaria de la UPR, leyeron el cuento “Choco encuentra una mamá” de Keiko Kasza.
Para la profesora Nellie Zambrana la narración permite pasar históricamente de generación en generación aquello que no se escribe, la perspectiva de la otredad, lo íntimo. Además, la narración oral sigue siendo la proyección viva y pública de la historia que se cuenta y que permite el intercambio inédito inmediato.
“Solo hace falta la voz y la iniciativa pues todos tenemos una historia que contar”, concluyó Zambrana.
