Humanista, maestro en profesión, educador para la paz; un “hippie loco”. Así se describe el nuevo presidente del Consejo General de Estudiantes (CGE) de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP), Neftalí Sánchez Cordero.
En entrevista con Diálogo, el estudiante de quinto año de bachillerato, asume la responsabilidad del cargo a la presidencia del CGE “consciente de la realidad actual y con la predisposición a hacer”.
Sánchez Cordero, quien actualmente labora como maestro de español de escuela superior, aspira a convertirse en cuentista. Su don de palabra y libertad al expresarse le sirven como instrumento para mostrar su intención por hacer valer la responsabilidad del puesto que ostentará durante un año.
“Yo siempre creo que las personas somos en correlación con otros, y más aún cuando nuestro espacio inmediato es la universidad. Es por eso que decidí aceptar este puesto, ya que entiendo que tengo la oportunidad de liderar un espacio con el que facilite unos procesos dentro de la realidad universitaria”, expresó Sánchez.
“Hacer por el país”
Hasta el momento, continúan los esfuerzos de recuperación en el país tras el paso del huracán María. En ese marco también se encuentra la Universidad de Puerto Rico y todo su sistema de educación.
“Con este contexto, hay una serie de temas como la pérdida de instalaciones, el exilio de estudiantes y profesores, entre otros, que, claramente, han ganado relevancia, en este momento. Sin embargo, debemos reconocer que aquella realidad de la universidad, previo a María, continúa latente y debemos trabajar con ella”, profundizó el estudiante.
Sánchez Cordero señaló que “este es un momento significativo para que la universidad se repiense”. Ante el embate de María por nuestra zona, y la inestabilidad de la economía en el país, el presidente del CGE entiende que estos eventos traen consigo unas exigencias para que la universidad desarrolle “nuevos usos que respondan a las necesidades inmediatas de la sociedad”.
El joven destacó que hay una carencia de centros de práctica en la universidad con los que a su vez se pueden fomentar espacios de servicio para aquellos más desventajados. “Para eso estamos aquí. No es para pasear, sino para servir a los demás. Debemos hacer por el país, hacer por otros”, opinó Sánchez, a la vez que destacó que no se trata de un pensamiento utópico ni algo que solo deba hacer él, sino un proceso en el que se vea involucrada la comunidad universitaria por medio del diálogo y el trabajo en equipo.
Disposición del Consejo de Estudiantes
Para el presidente, el cuerpo directivo que le acompaña merece su total confianza. Por esta razón, el alumno aseguró que todo trabajo que se realice será colaborativo y no dependerá únicamente de él.
Sánchez Cordero mencionó que exigirá dinamismo dentro del Consejo para que la gestión que se realice trascienda las cuatro paredes del CGE. “No soy yo, el trabajo se va a hacer porque otras manos también estarán haciendo. Y más allá de eso, la gente necesita ser escuchada, y por eso yo quiero que se quejen, que hagan los llamados que sean necesarios, porque el consejo responderá”, replicó el represente estudiantil.
“Yo confío plenamente en el cuerpo administrativo que me acompaña. Es diverso, con distintas opiniones y eso es buenísimo, difícil, pero buenísimo”, indicó Sánchez Cordero.
Preocupaciones del estudiantado
Dos de las principales preocupaciones actuales con la universidad, y de los que ya Sánchez Cordero ha recibido acercamientos, corresponden al plan fiscal para el próximo año y vulnerabilidad institucional. Para esto, el presidente destacó que “a raíz del recorte presupuestario y los daños que ha tenido la universidad en su infraestructura, va a pedir recursos que ahora mismo no tiene”.
“Esa vulnerabilidad se manifiesta en la necesidad de profesores, servicio básicos, empleados no docentes y distintas otras áreas. El ejemplo más reciente son los programas que han colocado en moratoria para una posible eliminación de estos a corto plazo”, detalló Neftalí al tiempo que explicó que sobre este último punto el consejo buscará proponer una solución alterna que evite eliminar esa secuencia curricular.
Dentro de este contexto, el presidente reconoció que la universidad se ha visto tambaleante en su relación con el país y la manera en la que el gobierno y la sociedad responde a las preocupaciones de este sistema de educación pública.
“Creo que tenemos que apalabrarnos de manera distinta y saber identificar las exigencias del país sobre la universidad, sin descartar las circunstancias y el contexto. La realidad es que la universidad tiene que proponer las alternativas al país, por lo que la invitación es demostrar que la universidad quiere hacer por el país, pero el país tiene que permitirlo; darle un voto de confianza”, finalizó.
“Esto es un tren a alta velocidad”
El nuevo presidente del consejo describe su posición como una en la que no comienza desde cero, sino que ya sus asignaciones están establecidas y tiene que trabajar a la luz de la realidad universitaria. Sobre ello, admitió que una de las principales acciones a la que tiene que dar continuidad es la intercomunicación entre todos los recintos que componen la Universidad de Puerto Rico, tal y como hizo la expresidenta del CGE de Río Piedras, Wilmarí de Jesús.
“El Recinto de Río Piedras es un espacio de encuentro de la universidad pero se da en correlación con otros recintos y eso es algo que mantendremos latente. Yo creo que el accional que realizó la compañera Wimarí es algo que se reconoce y que promoveré su continuidad”, expresó Sánchez Cordero.
En relación con los nuevos retos que puedan presentarse en la universidad, Neftalí precisó que “dentro del espacio democrático que caracteriza al CGE, cualquier método de intervención es decisión del estudiantado y este cuerpo de gobernanza estará predispuesto”.
“Yo estoy para facilitar los procesos al estudiantado. En mí pueden ver a un amigo, un compañero; no un presidente, a un compañero. Al igual que todos, yo aspiro en ver a mi universidad crecer y evolucionar”, concluyó.