No es la primera vez, pero sí espero que sea de las últimas. Cuando se presentan los temas acerca de la transexualidad, hay que tener mucho cuidado. Educar al Pueblo es una de las misiones fundamentales de los medios de comunicación. Es por esto que los periodistas deben cuidar, al máximo, cada detalle. El pasado martes, Jaime Torres Torres de El Nuevo Día publicó una historia sobre Samantha Love, una mujer transexual y artista reconocida. Bajo el título “Sobre todas las cosas, Dios me ama”, Torres no tan sólo utilizó el nombre legal de Samantha para tratar de establecer falsamente que no es una mujer, sino que usó pronombres masculinos a través de todo el escrito. Como si fuera poco, Torres — tratando de poner, en bocas de otr@s, su equivocada y falsa teoría de la homosexualidad y transexualidad — indica que Samantha fue “privado” del cariño de su padre y que algunos religiosos objetan su “comportamiento”. También, indica que Samantha no se considera “mal ejemplo para la niñez del País”. Si no fuera tan problemático por su contenido editorial, podría decir que fue ignorancia. Pero al recordar que fue Torres quien puso palabras en boca de Melina León en el pasado, no es casualidad. Además, al recordar que es Torres quien tiene un blog en El Nuevo Día para indicar falsamente que la homosexualidad es pecado, que se puede curar y que es un “comportamiento” que surge de la “privación del cariño de un padre”, tenemos un grave problema. De hecho, le invito a leer mi escrito “La orientación sexual no se puede cambiar”, para que sepa lo que establece la Asociación Americana de Psiquiatría al respecto. Por estas razones, Puerto Rico Para Tod@s y GLAAD se han comunicado con Torres y con el director de dicho periódico para educarlos sobre la transexualidad. Además, se le hizo llegar copia de la Carta abierta a los medios sobre la transexualidad. Y se le hizo entrega de la Guía de Terminología Gay, Lesbiana, Bisexual y Transgénero. En una carta enviada ayer, se le aclaran ciertos términos sobre la transexualidad, entre los que se incluyen el hecho de que “si no es posible preguntarle directamente a la persona sobre el pronombre adecuado a su persona entonces se sugiere que se utilice el pronombre que está de acuerdo con la apariencia y expresión de género de la persona”. En este caso, Samantha es una mujer. Pedimos una reunión con los directivos del periódico y confiamos en que podamos educar, no tan sólo a El Nuevo Día y a este periodista en particular, sino a cualquier otro medio que quiera presentar historias de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) para asegurar que dichas notas sean dignas, respetuosas y correctas.
A manera de reflexión, les invito a leer el poema “Puro teatro” de Rubén Rolando Solla y a ver el siguiente vídeo la puesta en escena, junto a April Carrión, de este ‘performance’ humanizante que fue presentado en el evento ‘Trans’ de Homoerótica. Sin lugar a dudas, como nos dice Rubén y nos actúa April: “mírenme y dénse cuenta que yo si soy lo que están viendo”. Texto original publicado en http://pedrojulioserrano.com/