WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos y el jefe de la CIA superaron sus diferencias respecto a la publicación de documentos clasificados sobre ahogamiento simulado, incluso mientras el ex vice presidente Dick Cheney mantenía vivo el debate. Obama visitó los cuarteles centrales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y dijo a los empleados de la agencia que la lucha contra Al Qaeda y otros desafíos, mientras que los cambios en política exterior que está buscando hacen vital su experiencia. Además les prometió su total apoyo. “Vivimos en una época peligrosa. Voy a necesitarlos más que nunca”, expresó Obama. El mandatario aconsejó a los funcionarios que no se desanimen por discusiones públicas sobre sus “errores”. Poco después de la visita de Obama, Cheney dijo que pidió a la CIA publicar documentos que muestran el “éxito” del ampliamente condenado programa de interrogación lanzado por el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. La visita representó un rápido intento de Obama para levantar la moral de la CIA luego de que la semana pasada se publicaran memorandos legales del mandato de Bush que detallan el programa de interrogación de la Agencia, donde se incluían algunas técnicas y métodos aplicados a prisioneros. El programa de interrogación incluyó ahogamiento simulado, una técnica ampliamente considerada como tortura. “Se que los últimos días han sido difíciles”, dijo. Su llegada, sin embargo, fue recibida por entusiastas aplausos de una audiencia de cerca de 1.000 funcionarios de la CIA. El director de la CIA, Leon Panetta, aseguró que Obama cuenta con el apoyo y lealtad de la CIA. Un memorando dijo que la CIA reconoce un total de 266 veces en que dos ó tres sospechosos de Al Qaeda fueron sometidos al ahogamiento simulado. La semana pasada, Obama provocó la molestia de grupos de derechos humanos al decir que no procesará a funcionarios de la CIA que se guiaron por el marco establecido durante el mandato de Bush. Por su parte la líder demócrata de la Comisión de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, instó al mandatario a abstenerse de opinar en procesos que tienen pendiente una revisión a puertas cerradas de su comisión, por el programa de interrogación.