GRAND JUNCTION, EEUU- El presidente estadounidense Barack Obama endureció el sábado sus críticas contra las aseguradoras de salud, prometiendo que sus reformas impedirán que las firmas limiten la cobertura o cobren recargos “escandalosos”. Durante un evento al estilo de una reunión de ayuntamiento en una zona conservadora de Colorado, un estado del oeste que apoyó a Obama en las elecciones del 2008, el presidente continuó su ofensiva contra las aseguradoras, que según la Casa Blanca son la fuente de los problemas sanitarios de la nación. “Ningún estadounidense debería ir a la bancarrota por enfermarse”, dijo Obama, ante los fuertes aplausos de los asistentes al evento. En los últimos días, el presidente demócrata ha intensificado sus ataques contra las firmas de seguros, afirmando que tienen buena parte de la responsabilidad en los problemas del sistema sanitario estadounidense. Por ejemplo, el viernes en un acto parecido en Montana, el mandatario sostuvo que las firmas de seguros mantenían como “rehén a Estados Unidos”. Manifestantes y partidarios se congregaron en las afueras de la escuela donde tuvo lugar la actividad en Colorado, repitiendo escenas similares a favor y en contra de la Reforma de Obama. Algunas de las pancartas que portaban los detractores llamaban a “decir no al cuidado de la salud manejado por el Gobierno”. En su programa semanal de radio, transmitido el sábado, Obama indicó que el sistema de salud del país funciona mejor para las compañías de seguros que para los pacientes.
Obama está en pleno recorrido por varios estados para promover su prioridad de política doméstica, y también acusó a los “intereses especiales” de engañar a los estadounidenses sobre los aspectos de los proyectos de reforma que avanzan en el Congreso. “Estas son historias que no se dicen, historias de un sistema de salud que funciona mejor para la industria de seguros que para el pueblo estadounidense”, expresó Obama en su discurso semanal por radio, en referencia a las personas que él conoció y que luchan con el actual sistema de atención médica. Los republicanos y algunos demócratas han mostrado preocupación por el costo de la reforma de casi un billón de dólares para extender la cobertura de salud a medio millón de estadounidenses sin seguro. Obama repitió el viernes su promesa de que no elevará los impuestos a personas que ganan 250 mil dólares al año o menos para costear su propuesta.