El Observatorio de Arecibo, colapsó hoy martes, 1 de diciembre del 2020, fecha histórica para las ciencias y Puerto Rico tras perder la icónica estructura científica, luego de 57 años operando.
Según información publicada en la página web “Observatorios Astronómicos en el Mundo”, la superficie del plato del Observatorio de Arecibo medía 305 metros de diámetro y estaba formada por miles de paneles de aluminio perforado, cada uno de aproximadamente 1 por 2 metros, apoyados por una malla de cables de acero. El receptor estaba en una plataforma de 900 toneladas suspendido a 137 metros sobre el plato por 18 cables que estaban sujetos a tres torres de hormigón armado.
El radiotelescopio de Arecibo es operado por SRI International, en colaboración con la Universidad Ana G. Méndez (UAGM) y la Asociación de Universidades de Investigación Espacial, en acuerdo cooperativo con la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos (FNC).
De acuerdo a la página cibernética, la estructura de 900 toneladas se sostenía en el aire sujeta por dos cables. La plataforma estaba anclada a tres torres metálicas y suspendida encima del gran plato parabólico que actuaba como reflector. La construcción del Observatorio fue una idea del profesor William E. Gordon, de la Universidad de Cornell, que estaba interesado en el estudio de la Ionosfera.
El lugar donde se construiría el radiotelescopio tenía que estar cerca del ecuador, de modo que el radar, además de estudiar la Ionosfera, pudiera ser usado para estudiar los planetas. La localización de Arecibo ofreció la ventaja de un terreno cárstico, con grandes sumideros de piedra caliza; los cuales proporcionaron una geometría natural para la construcción del reflector de 305 m. Esta idea culminó en la construcción del Observatorio de Arecibo, cuyas obras comenzaron en el verano del año 1960.
Tres años más tarde, el Observatorio Ionosférico de Arecibo (AIO), comenzó sus operaciones, bajo la dirección de Gordon. La ceremonia de apertura oficial, tuvo lugar el 1 de noviembre de 1963.
Cabe señalar que que los fuertes vientos asociados con el huracán María hicieron que la línea de alimentación de 430 MHz colapsara y cayera sobre el plato principal, dañando alrededor de 30 de los 38.000 paneles de aluminio.
Asimismo, el pasado 10 de agosto de 2020, un cable de soporte de la plataforma se rompió, causando daños al telescopio, incluido un corte de 30,5 m en el plato reflector. La NSF ordenó un cable de repuesto para reemplazar el roto, pero el 7 de noviembre de 2020, antes de que se pudiera reemplazar el nuevo cable, se rompió un segundo cable, rompiendo parte del plato.
Hoy martes, 1 de diciembre el tercer cable del radiotelescopio colapsó causando un daño estructural irreparable.
Legado histórico
De acuerdo con el diario español ABC en su edición digital de hoy martes, el Observatorio ha sido fundamental para varios importantes descubrimientos premiados con el Nobel. En 1964, permitió determinar con precisión el periodo de Mercurio, y pasarlo de 88 a 59 días. También hizo posible obtener las primeras evidencias de la existencia de las estrellas de neutrones, así como del descubrimiento del primer púlsar binario y del púlsar de giro más rápido.
Asimismo informó que en el 1989, el Observatorio ayudó a obtener la primera imagen directa de un asteroide y llevó a descubrir el púlsar PSR B1257+12, que más tarde hizo posible el hallazgo de los primeros exoplanetas. “El radiotelescopio de Arecibo ha permitido trazar mapas de la distribución de hielo en las regiones polares de Mercurio, el hallazgo de moléculas prebióticas en galaxias lejanas y la detección de violentos estallidos de energía”, lee la nota.
Destacó que Arecibo también era especialmente valioso por su papel en la defensa planetaria, el hallazgo y seguimiento de asteroides que podían acercarse demasiado a la Tierra, un trabajo que, según dijo a Space.com Anne Virkki, líder del equipo de radar planetario en el Observatorio, “no es fácilmente reemplazable por otras instalaciones e instrumentos existentes”.