Por décadas se ha filosofado sobre cuántos planetas como la Tierra existen en el universo. Algunos científicos creen que las condiciones ideales para mantener vida en un plantea son relativamente raras, así que no debería haber muchos planetas que se asemejen a la Tierra. Otros sugieren que ya que existen billones de galaxias y que cada galaxia tiene billones de estrellas, tienen que haber muchos planetas como la Tierra. Es como jugar a la Loto, de tanta gente que juega, alguien tiene que pegarse eventualmente. Primeramente, para que estos planetas se asemejen a la Tierra deben ser sólidos, así que Júpiter y Saturno quedan excluidos de la lista por ser gaseosos. En segundo lugar, los planetas deben tener suficiente masa como para mantener una atmósfera a su alrededor, pero no tanta como para que la presión atmosférica sea aplastante. En tercer lugar, estos planetas tienen que estar lo más cerca posible de su estrella para tener una temperatura como la de la Tierra. Por lo tanto, planetas muy calientes como Mercurio o muy fríos como Marte no cuentan tampoco con estas especificaciones. Astrónomos de la Universidad de Harvard esperan con ansias que el telescopio James Webb se coloque en órbita. Este telescopio es un observatorio espacial que permitirá detectar variaciones en la brillantez de una estrella cuando un planeta le cruza por el frente. El análisis de esta luz, así como la velocidad y radio orbital del planeta servirá para calcular su masa, temperatura y composición atmosférica. Mientras más data se recolecte, mejor es el chance de “pegarse” y encontrar planetas como el nuestro. Se espera que el lanzamiento de este observatorio espacial, renombrado en 2002 en honor de James E. Webb, el segundo administrador de la NASA, se realice en de junio de 2013. Para leer el texto original puede visitar: www.cienciapr.org.