Se ha desvanecido una voz y ha comenzado una nueva leyenda artística. Esta mañana, el reconocido locutor Mariano Artau falleció a la edad de 89 años. Artau, quien tuvo una carrera radial de más de 65 años, deja un gran legado en la cultura puertorriqueña. Luego de sufrir un derrame cerebral, el pasado jueves 8 de marzo, Artau estuvo casi dos semanas hospitalizado. Marianito Artau, su hijo, fue quien confirmó su muerte, reseñó El Nuevo Día. Ángel Mariano Artau Figueroa –su nombre de pila- dedicó la mayor parte de su vida a distintas estaciones radiales de la Isla. Entre micrófonos, música y artistas, Artau desarrolló sus dotes de locutor y conocedor musical. Durante su trayectoria profesional, Artau alternó entre la radio y la televisión. Este gran locutor fue y seguirá siendo siempre un hito de la radio puertorriqueña. No sólo destacado en Puerto Rico, también en Latinoamérica, debido a que es uno de los locutores latinoamericanos de más prolongada trayectoria. Este fenecido locutor dio varios de los primeros pasos más importantes dentro del mundo de la radio y la televisión local. Fue Artau quien se convirtió en el primer Disc-Jockey boricua -o programador de música-. También, fue el primer animador de un programa musical en la pantalla chica nacional, y el primer narrador de eventos artísticos y deportivos transmitidos desde el extranjero; además, fue el primer y principal propulsor de las carreras de importantes artistas. Artau descubrió desde muy pequeño su pasión por la música. Siendo tan sólo un adolescente integró, como bongosero, el Sexteto Nacional. Este fue el primer conjunto que formó, en el que llegaría a ser famoso el cantante Tito Rodríguez, su amigo desde la infancia y cuya amistad cultivó hasta la muerte de este bolerista. Su llegada a la radio fue el gran giro en su vida. Trabajando como oficinista nocturno en el Hotel Condado fue que Héctor Almodóvar –quien trabajaba para WKAQ- entabló una amistad con este locutor y productor mayagüezano. De allí Almodóvar lo invitó a acompañarlo en la cabina de transmisión. Esta oportunidad de estar tan cerca de la producción radial, lo llevó a sentirse más atraído por la radio. Para 1993, el productor Gustavo Díaz Atiles le ofreció colaborar en el noticiario “El heraldo”, que se transmitía por la emisora WNEL de siete a ocho de la mañana. Pero no pudo quedarse mucho tiempo en ésta, ya que continuaba trabajando en el hotel. No fue hasta el 2 de enero de 1940 que obtuvo su primer empleo permanente en esta disciplina. Todo se lo debió a la recomendación que Héctor Almodóvar le hiciera a don Manuel Ochoa, director de WKAQ. Comenzó en la emisora animando el programa A Radio Borinquen, cuya atracción principal era el conjunto del virtuoso cuatrista Juan Cotto. En este mismo año, mientras trabajaba con este equipo de locutores, estableció un precedente histórico: imponer el concepto de Disc-Jockey que, la estación radial -en Nueva York- WABC, había instituido Martin Block. Este concepto se basa en difundir y comentar los últimos éxitos discográficos, impartiendo a sus intervenciones un toque dinámico que se apartaba del estilo florido y ceremonioso que caracterizaba a los locutores de la época. Artau no sólo trabajó en la Isla, también ejerció en Nueva York, donde buscó superar su problema de alcoholismo para el 1945. Allí se desempeñó en la emisora WBYN, durante dos años. Más tarde regresó a su patria, laborando en distintos medios a través de los siguientes años. En la televisión fue uno de los presentadores pioneros de la televisión puertorriqueña. Trabajando para Telemundo, Canal 2, introdujo el primer programa musical en la historia de la pantalla local: “Coca-Cola busca estrellas”, que salió al aire en el 1954.