“¿Qué hora es?” La respuesta adecuada sería “¡Party Time!”, pero es mediodía y Juanma Fernández-París, escritor, director y coeditor del filme “Party Time: The Movie”, se sienta en los escalones principales del local Pa’l Cielo, chinchorro glorificado en Santurce, y responde: “Es hora de comer. Ah, y si me van a preguntar cuáles serán mis próximos proyectos, les digo desde ahora que son bajar la presión y el peso”. Juanma, quien es crítico de cine y profesor universitario, asume por primera vez el rol de director, trayendo una propuesta cinematográfica que sale de los esquemas precedentes del cine puertorriqueño: una película-musical adolescente, que visita la época de los ochenta, cuando la salsa y la música en inglés estaban en apogeo. El largometraje, que fue en su mayoría filmado en la escuela superior de la Universidad de Puerto Rico, cuenta con elementos autobiográficos del director, quién también fue el guionista. Juanma sostiene que empleó un poco de “licencia poética” al filmar las escenas. “Cuando al personaje principal Javier (interpretado por Rafael Albarrán) le bajan los pantalones frente a la chica que le gustaba… eso le sucedió a este servidor en séptimo grado, pero en el caso de Javier, él está en décimo. En esa escena en particular se me pararon los pelos”, respondió entre risas. Juanma admitió que al principio la idea de hacer un guión basado en el programa Party Time le parecía absurda. Pero luego de establecer su fórmula inicial -un chico, una chica, un concurso de baile, los ochenta en Puerto Rico-, utilizar a Party Time parecía lógico. Aunque no era fan del programa, un encuentro inesperado con Alfredo Herger lo hizo cambiar de parecer. “Tengo dos teorías: o me moría por ir a Party Time, que no es cierto, aunque tendría que ver un terapista para eso, o podía ver desde afuera la ridiculez que era aparecer en televisión para bailar cinco minutos”. Los fanáticos de las películas de los ochenta podrán encontrar escenas arquetípicas de éstas en Party Time. El director entrelaza su propuesta con la técnica de los “easter eggs”, es decir, referencias ocultas intencionales, que sólo aquellos que estén familiarizados con el tema podrían apreciar. Esto se ejemplifica en el afiche de la película, el cual hace alusión a los carteles de otros filmes como Animal House, Porky’s, Say Anything o The Breakfast Club, en donde se presenta todo el elenco a modo de caricatura a través del arte visual. Los paralelismos entre Party Time y estos filmes en ocasiones son demasiado obvios, por lo que puede restarle originalidad al presentar la historia. Sin embargo, no se puede descartar que esa fuese la intención del director. La puesta en escena de la cultura popular puertorriqueña es un elemento clave de la trama. Referencias a artistas locales, cameos y frases populares conforman un imaginario cultural puertorriqueño que sirve de toque humorístico para la película. La presentación del pietaje original del programa Party Time, con la introducción de los presentadores Alfredo y Grace Marie Herger, así como el famoso “…Y yo bailo así”, fue la conexión transparente entre el espíritu del programa, la época y la realidad de los personajes en el filme. Sin lugar a dudas, uno de los componentes principales del filme fue la música. La respuesta del público al presentarse canciones de ambos géneros (“A Little Respect” de Erasure, “Locomotion” de Kylie Minogue, “Lluvia” de Eddie Santiago, “Devórame otra vez” de Frankie Ruiz) fue entusiasta. Y el que no se sabía la canción, se la gozaba como quiera. A pesar de que la emblemática banda puertorriqueña de New Wave, Words Four Two, no aparece en la banda sonora de la película, el grupo de electro pop Circo se encargó de traer la esencia de la misma, a través de sus covers de Erasure y la canción original, “Mi barco”. Se destacan también los covers de “Locomotion” por Denise Quiñones, y “Money (That’s What I Want)” de The Beatles por Rafael Albarrán. Ante la pregunta de qué era un buen Party Time para ellos, Rafael Albarrán y Suheil Martin, protagonistas del filme, coincidieron en que las vivencias durante la grabación resumen su ideal; eso y la realización de una secuela. Juanma, sin embargo, nos informó que no haría otro proyecto similar evocando la época de los noventa con el Super Show y Eso Vale, pues desea explorar otras temáticas cinematográficas. Party Time es un homenaje de todos los filmes adolescentes estadounidenses de los ochenta. El sentimiento en estas películas es el mismo: es un vehículo que permite recordar, revivir e identificarse con lo que es, sin importar la época, ser joven.