I Está la más azul de tus manchas en mi recuerdo, El recuerdo de tu boca, Tu boca sobre mí como una nube, Una nube cargada de agua, Agua quemando la sed y otra vez la sed, Sed que ya no sabe cómo saciarse. Azul es decir la luz que se tiene por líquido sagaz, quizás llegando desde mucho antes en una nube primitiva. Agua como quien dice que no conozco ninguna forma de vida que tenga lugar en tu ausencia completa. Sed porque separadas las aguas, hay un aire con vocación de fuego que vuelve al aire y el aire es ala, nube, luz y otra vez azul. II Y ahora me has arrojado a esta muerte, a otra que no deseaba. ¿Ves la diferencia? Nada te amenaza que no sea la navaja de Ockham. Sin embargo, esta sangre mía, la supuse anegando la memoria. Pero me has arrojado en medio de esta muerte sin una historia que contar más allá de una mera crónica. El autor es escritor y profesor de literatura