Desde 1997 al 2012 Puerto Rico ha perdido casi 80 mil empleos netos en la manufactura, según los datos del nuevo Censo Económico de 2012 recién publicado por el Negociado del Censo. Esto implica que el País ha perdido casi la mitad de los empleos que existían en la manufactura para el 1997.
“La baja en el empleo responde a que Puerto Rico atraviesa por un periodo lamentable de desindustrialización. La eliminación de incentivos, como el de la sección 936 del Código de Rentas Internas, es una de las causas principales de los problemas de nuestra economía. Con esto se fue del País manufactura intensiva en mano de obra y los demás sectores de la economía no han creado suficientes empleos netos para absorber esos trabajadores y trabajadoras”, explicó el doctor José Caraballo Cueto, director del Centro de Información Censal, adscrito a la Universidad de Puerto Rico en Cayey.
En 2012, la fuerza laboral en el sector de la manufactura fue de 83,830; en 2007 fue de 110,691; en 2002 fue de 126,707 y en el 1997 fue de 163,605.
Aumenta la productividad de los empleados
Sin embargo, el Censo Económico 2012 destaca que la productividad de los trabajadores en la manufactura ha crecido en términos reales, más del doble desde 1997 al 2012.
“Puerto Rico sigue siendo competitivo en términos de costos laborales y en productividad con respecto a las jurisdicciones de los países ricos. Sin embargo, contrario a otros países como Corea del Sur donde la industrialización por invitación sirvió para crear y transferir conocimientos a una base industrial local, en Puerto Rico luego de más de 50 años de industrialización todavía la manufactura local es muy tímida”, apuntó Caraballo.
Según el comunicado, la manufactura en Puerto Rico es más competitiva que en la mayoría de las jurisdicciones estadounidenses: en el año 2012 por cada dólar invertido en nómina se crearon 26 dólares de producción en Puerto Rico versus 10 dólares en Estados Unidos.
En jurisdicciones como California donde hay una base industrial fuerte con parques industriales reconocidos tales como Silicon Valley, por cada dólar invertido en nómina se crearon 7 dólares de producción.
“La productividad de la labor en Puerto Rico también es mucho mayor que en Estados Unidos. Este detalle y el hecho de que los salarios son menores en Puerto Rico, pone de manifiesto una ventaja competitiva en los sectores manufactureros de alto valor añadido”, expuso el profesor de economía de UPR Cayey.