Cuando pensaba que hace un año, cuando vi a Ramsés, mi perro labrador, sentado en el asiento conductor de mi vehículo en movimiento, podía ser lo más extraño que vería hacer a un canino, llega a mis oídos el nombre de Lukánikos, el perro activista de la ciudad de Atenas en Grecia. Así como lo escucha; en Atenas transita un perro activista que acompaña a jóvenes manifestantes desde el 2008 en diversas movilizaciones en protesta contra el gobierno del país mediterráneo. No se sabe a ciencia cierta cómo le llegan los avisos de las próximas manifestaciones. Es más que obvio que un perro no recibe mensajes de texto, ni mucho menos es convocado a través de alguna de las redes sociales en Internet. Aunque Lukánikos (salchicha en griego) no sólo tiene una página en Facebook, sino que a ella pertenecen 2,800 miembros. Lo que si se conoce, al menos lo que está documentado, es que la participación del can en las protestas civiles comenzó a partir de diciembre de 2008 en los disturbios que siguieron a la muerte del joven Alexis Grigorópulos, de 15 años, ocasionada por un disparo de la Policía, según reseña el artículo El perro ‘antisistema’ , del periódico El País. ¿De dónde llegó? Es un gran misterio. ¿Por qué protesta? Nadie sabe. Según información del artículo, en Atenas existen un sinnúmero de perros callejeros que transitan por las calles en busca de algún trozo o sobra de comida en botes de basura de comercios y restaurantes de la ciudad. Al parecer este no es el caso de Lukánikos. A éste lo alimenta todo aquel que lo ve pasar. El can, conocido mediáticamente como el “perro griego manifestante”, usa su talento olfativo para llegar a las líneas de piquete y, como todo un patriota, ladrar contra los hombres del MAT (oficiales antidisturbios). Luk, como lo llaman sus colegas de protesta, lleva en su cuello un collar azul que salta a la vista de inmediato gracias al color miel de su pelaje. Sin embargo, Luk no es el único que posee un collar como éste ya que, según reseña El País, el Ayuntamiento griego se encarga de vacunar a los perros de la calle y a esterilizarlos. Una vez termina este proceso los identifican con un collar azul a los machos y uno rojo a las hembras. Esta pieza es sin duda un símbolo que ayuda a sus seguidores a identificarlo en las cientos de fotos que se encuentran en la red y que narran sus hazañas. Vaya suerte la del animal. Es toda una figura pública pues ha batido récords mediáticos a nivel internacional. Para prueba un botón. El periódico The Guardian fue el primero en honrar al valiente perro que sin reparos lidera las primeras filas de protesta. De ahí que diarios como: Il Corriere della Sera de Italia, La Republica, el semanario estadounidense Newsweek, el periódico francés Libération, el canadiense Globe and Mail, o el sueco Aftonbladet, lo tuvieran entre sus noticias no es mera casualidad ya que el can cuenta con más de 10 mil admiradores en Internet. ¿Qué otro perro en el mundo está activo en las manifestaciones de su ciudad? o ¿cuántos canes poseen páginas en las redes sociales, un blog y hasta sus propios vídeos en You Tube? Sin duda pocos o ninguno. Lo importante es que Luk no se rinde y sigue en pie de lucha o ¿en pata? Otro gran misterio que surge entre sus seguidores es los motivos de sus ladridos. ¿Acaso estos serán guiados por los mismos reclamos de sus colegas manifestantes? o ¿tendrá éste sus propios reclamos? La realidad es que sólo la naturaleza entiende los motivos de lucha de este perro. Por tanto, ¿será Luk el precursor de un nuevo movimiento de lucha? o tal vez ¿será éste el inicio de una nueva liberación canina? Al menos en mi caso el diálogo y las negociaciones con mi labrador siempre han estado al día. ¿El primer acuerdo? No conduces si no vas acompañado.