La presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Celeste E. Freytes González, reaccionó en una carta emitida el pasado 26 de enero a las propuestas de la Junta de Control Fiscal (JCF) y el gobernador Ricardo Rosselló para la institución.
Para Freytes González, los efectos de “décadas de recortes continuos” limitan la flexibilidad de la institución para hacer ajustes drásticos. Para ella, esta es una realidad que los recortes propuestos por la JCF tienen que contemplar.
Freytes González recalcó la importancia de la UPR ante la situación del país y enfatizó que tanto la JCF como el gobernador Ricardo Rosselló han reconocido el valor de la institución. Sin embargo, la presidenta interina subrayó que pese a su valoración, la JCF expresa estar convencida de que el gobierno debe reducir en $300 millones su “subsidio” anual a la UPR.
“Una UPR fortalecida es vital para los planes de desarrollo estratégico que se preparen para levantar la economía. Es nuestra tarea y es indelegable”, puntualizó Freytes González, a la vez que señaló que a pesar de los ajustes se ha protegido la calidad de los servicios, al mantenerse las acreditaciones obligatorias y voluntarias de la institución.
Los ajustes, empero, se han hecho sentir en el funcionamiento de la institución, precisó Freytes González. Por ejemplo, para la doctora en educación especial, tanto el crecimiento de los contratos docentes y la reducción de plazas docentes y no docentes, como el deterioro de la infraestructura han sido un efectos directos de los recortes. Según la misiva, en algunas unidades las instalaciones se han visto afectadas por la falta de acceso a fondos para mejoras permanentes y la disminución de plazas en mantenimiento.
Freytes González resaltó que, además de los recortes, la UPR dejó de recibir $348 millones en los pasados tres años luego de la congelación de la fórmula de financiamiento de la UPR por medio de la Ley 66 de 2014. Mediante esta ley, se declaró un estado de emergencia fiscal y, entre otras medidas, se paralizó la partida que recibe la UPR por concepto del 9.6% de los ingresos del gobierno. Desde entonces, la partida recibida equivale a $833 millones, la misma del año fiscal 2013-2014.
De la igual manera, la carta señala que los ajustes han provocado la reducción en compensación, bonos, salarios a personal de confianza, eliminación de pago por licencia de enfermedad, reducción en horas extra y congelación de aumentos a docentes.
Estos temas son precisamente los que podrían verse afectados por las propuestas de la JCF, expresadas en su carta del pasado 18 de enero al gobernador. En ella, la JCF plantea reducir los gastos operacionales y de mantenimiento y ajustar la composición de personal y administrativos.
Traza el futuro de la UPR
En el documento, la presidenta interina delineó el camino a seguir dispuesto por su gestión al citar la aprobación del Plan Estratégico de la UPR 2017-2022 y la creación de la Fundación de la Universidad de Puerto Rico. Freytes González sostuvo que con las áreas de énfasis del Plan, rendición de cuentas y métricas de efectividad, se esbozan las futuras acciones administrativas y académicas de la institución.
Según la circular, con la Fundación, que manejaría el Fondo Dotal de la UPR, se amplían los esfuerzos para atraer fondos externos. La búsqueda de estos fondos, como donaciones y “grants”, es un tema enfatizado tanto en la carta del gobernador Ricardo Rosselló como en la de la JCF. En su carta del 20 de enero, dirigida a la junta, el gobernador contestó las propuestas de la junta y rechazó limitar el acceso a la UPR. De igual manera, Rosselló planteó una matrícula ajustada a los ingresos para los estudiante que no cualifican para Beca Pell y la contratación de la UPR, por parte del gobierno, para servicios que brinda el sector privado. Asimismo, el gobernador incluyó como alternativa el aumento de la autonomía de los tres recintos de investigación y la especialización del resto de las unidades.
En su exhortación a la comunidad universitaria, Freytes González declaró que sus esfuerzos estarán dirigidos a que la institución sea “más ágil” y esté vinculada a las necesidades del país.
“La Universidad de Puerto Rico tiene que ser parte esencial de la solución a la crisis fiscal y de desarrollo económico que confronta el país”, escribió la presidenta interina en su convocatoria a todos los sectores de la UPR.
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