Ali Hassan al- Majeed, conocido como “Ali el Químico” y primo de Saddam Hussein, fue condenado con la pena de muerte por tercera vez por su participación en la matanza y desplazamiento de musulmanes chiítas en 1999. “Ali el Químico”, como se le conoce por el empleo de gas venenoso para matar a miles de kurdos, anteriormente había sido sentenciado a muerte por organizar una campaña genocida contra los kurdos en la década de los 1980 y matar a miles de chiítas en un levantamiento ocurrido luego de la Guerra del Golfo en 1991. Disputas políticas han demorado el cumplimiento de la ejecución. De los 14 acusados, otros dos fueron condenados a muerte y cuatro a cadena perpetua, entre ellos Abed Hamid Mahmoud, el secretario personal de Hussein en ese entonces. El Alto Tribunal iraquí, constituído en 2003 para enjuiciar a ex miembros del régimen de Sadam Hussein, ejecutó en diciembre de 2006 al ex dictador tras haber sido condenado por crímenes contra la humanidad por la matanza de 148 hombres y niños chiítas tras un intento de asesinato en su contra en 1982. Su medio hermano, Barzan Ibrahim al-Tikriti, fue ejecutado dos semanas después, al igual que otros dos miembros del ex Gobierno. Se estima que 290,000 personas desaparecieron durante el régimen de Hussein, según el grupo defensor de los derechos humanos Human Rights Watch con sede en Nueva York.