Al son de tambores un grupo de docentes del Capítulo de Jubilados de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU-Jubilados) llegó ayer al edificio de la Administración Central de la Universidad de Puerto Rico, en el Jardín Botánico de Río Piedras.
El grupo de profesores y profesoras, encabezado por personas en sillas de ruedas, andadores y bastones dramatizaron lo que para ellos representa la reducción de su pensión, y eventual desmantelamiento del Sistema de Retiro y de la Universidad de Puerto Rico por las medidas que pretende imponer la Junta de Control Fiscal y que ha acatado la Junta de Gobierno de la UPR.
“Reducir y finalmente eliminar la pensión de beneficios definidos, por la cual hemos pagado durante 30 años, significa enviar a la pobreza, la enfermedad y a la precariedad a servidores públicos que hemos entregado toda una vida a la educación”, expresó la profesora Norma Rodríguez Roldán en un comunicado de prensa.
Con este acto dramático los profesores jubilados exigieron al presidente de la Universidad, Jorge Haddock Acevedo, y a la Junta de Gobierno, “que defiendan a la Universidad como institución de educación superior de prestigio internacional, a su cuerpo docente y no docente y al personal jubilado y que no se dediquen a destruirla”.
La protesta condenó la creación por parte de la Junta de Gobierno de la UPR, de la Oficina de Transformación Institucional (OTI) que tendrá un impacto en el presupuesto de cerca de $10 millones, así como la contratación por más de $300,000 de la Compañía BDO Puerto Rico.
“Tanto la OTI como BDO, persiguen cambiar el Sistema de Retiro de uno de beneficios definidos solvente y convertirlo en uno de contribución definida que favorece a las instituciones bancarias, pero no a los pensionados, ni a los participantes activos”, de acuerdo con el comunicado de prensa emitido por los manifestantes.
El Capítulo de Jubilados de la APPU reclamó cordura y sensatez de la Junta de Gobierno, fidelidad a la Universidad y el detente de medidas que afectarán negativamente la calidad de vida de miles de empleados universitarios, las finanzas de la UPR y la economía del país.
“Esta primera protesta es un llamado a que den el ejemplo y se comporten como universitarios y no como mercenarios”, manifestaron.
Rodríguez Roldán hizo un llamado al pueblo a resistir la embestida contra la educación y los sistemas de pensiones que contribuyen significativamente a la economía de Puerto Rico.