LA HABANA (Reuters) – El presidente cubano, Raúl Castro, sustituyó el lunes al canciller Felipe Pérez Roque y otros funcionarios claves, en la más profunda reestructuración ministerial en décadas para intentar modernizar al Gobierno comunista. Castro también reemplazó al secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Carlos Lage, otro político de peso, considerado el arquitecto de las tímidas reformas económicas de comienzos de la década de 1990, dijo una nota oficial leída en la televisión estatal. Al reemplazar hace un año a su convaleciente hermano Fidel en la presidencia, Raúl Castro anunció que reestructuraría el Gobierno para hacerlo más compacto y funcional. Pero la magnitud de los cambios era desconocida. En total, cambió a casi una tercera parte de su Consejo de Ministros. “Se convino en la necesidad de continuar estudiando la actual estructura del gobierno con el objetivo de reducir gradualmente su envergadura y elevar su eficacia”, dijo el comunicado oficial. Los cambios fueron aprobados por el Buró Político del gobernante Partido Comunista. Pérez Roque y Lage eran dos de las caras más jóvenes y conocidas del Gobierno cubano. El canciller había sido durante casi una década secretario personal de Fidel Castro. Lage, que es además vicepresidente, era considerado por muchos expertos como un posible sucesor de los hermanos Castro en la presidencia.
La noticia no pareció sorprender a los cubanos. “Había un rumor muy fuerte. Raúl lo prometió y lo está cumpliendo. Está comenzando a cambiar las fichas y poniendo a su gente”, dijo Fulgencio, un trabajador de turismo de 47 años que no reveló su apellido. El jubilado Pedro Hernández definió los cambios en el gabinete en términos de béisbol, el deporte nacional. “Raúl quiere a su gente. Es como el director el equipo de béisbol que lleva a sus jugadores para ganar el campeonato (…) Esos eran hombres de Fidel”, comentó. Durante su primer año en la presidencia, Castro colocó a algunos hombres de confianza en puestos clave. Varios de ellos son militares, como el general José Amado Ricardo Guerra, que reemplazó el lunes a Lage como secretario ejecutivo del Consejo de Ministros. Bert Hoffmann, un analista del centro de estudios GIGA en Hamburgo, dijo que los cambios en el gabinete podrían generar incertidumbre tanto dentro como fuera de Cuba. “Sustituir el equipo económico por cuadros de poco perfil público envía señales de incertidumbre a actores económicos, tanto domésticos como extranjeros”, opinó. Para Hoffmann, la profunda reestructuración apuntala, sin embargo, al Gobierno de Raúl Castro, quien consolida su poder con figuras militares. “Serán leales a una agenda ‘raulista’ de cambios graduales desde arriba, siempre que sean políticamente controlables”, agregó. La nota oficial no indica qué posiciones ocuparán Pérez Roque, Lage, ni los demás funcionarios en el futuro. Entre los ministros sustituidos figura el de Economía, José Luis Rodríguez, la de Finanzas, Georgina Barreiro, y el de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez. Fueron fusionados los ministerios de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, así como los de Industria Alimenticia e Industria Pesquera. “No se había visto algo así desde el triunfo de la revolución (en 1959). Es verdaderamente impresionante”, dijo Adelina, una jubilada de 70 años, que hacía fila en una heladería del centro de La Habana.