El nuevo año fiscal que se avecina no parece ser muy alentador para la Universidad de Puerto Rico (UPR). El déficit que tuvo la universidad en el año fiscal 2009-2010 se le achaca principalmente a los pocos ingresos que ha recibido, y no necesariamente a los gastos excesivos que se pudieron haber realizado. Así lee la carta que enviaron los profesores Juan Lara, de Economía; Javier Colón, de Ciencias Políticas y Carlos Severino, profesor de Geografía y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, quienes a través de este texto exponen su propuesta para atajar la crisis fiscal de la UPR.
Un grupo de profesores se reunió con otros integrantes de la comunidad universitaria para analizar la crisis fiscal que sufre la UPR. “No somos ningún grupo constituido formalmente, pero en el mismo están representados todos los componentes de la comunidad universitaria como lo son los estudiantes, los empleados docentes y los empleados no docentes”.
Según los profesores de la UPR, “en el futuro previsible, no se vislumbra ninguna solución real que resuelva la crisis fiscal por la que atraviesa la institución”.
Por tal razón, este sector ha puesto sobre la mesa distintas alternativas para aminorar el problema económico de la universidad.
Para esto, los profesores primero definieron la raíz del problema antes de lanzar su propuesta. La misiva plantea que el problema fiscal que enfrenta la UPR surge de tres renglones principales: los ingresos, los gastos y los aumentos y ascensos que no se han otorgado.
Dentro del renglón de los ingresos está la reducción de Fondos ARRA. Para este nuevo año fiscal 2010-2011 se estima que hay una reducción de unos $90 millones. Segundo se encuentra la reducción de ingresos por fórmula de alrededor de $40 millones para el nuevo año fiscal. La misma surge por la merma de ingresos del gobierno; y por una reducción de la base, y una exclusión de los ingresos nuevos, a los que se aplica la fórmula de 9.6 por ciento.
En cuanto a los gastos, los profesores indicaron que durante el año fiscal 2009-2010 hubo una reducción de unos $18 millones. “De no haber fondos suficientes esa reducción de gastos se tendría que volver a repetir para el año fiscal 2010-2011”, añadieron. Además, el contrato del plan médico ya venció y la UPR tiene que volver a hacer una subasta para renovar el mismo. Según los profesores, este nuevo contrato puede significar un aumento en el costo de plan médico, “de por lo menos, $10 millones”.
Además, otro de los gastos que hará hueco en el bolsillo del presupuesto universitario es la cantidad de $3 millones anuales para administrar el nuevo edificio de ciencias bio-moleculares. Aunque, por el momento no se han asignado fondos para esos propósitos.
No obstante, los gastos de la UPR nunca han excedido la cantidad autorizada. Más bien, el problema han sido los pocos ingresos que ha recibido la institución en los pasados años.
Por otra parte, los ascensos y aumentos de sueldos contribuyen al desbarajuste en el presupuesto. Sin embargo, durante el año fiscal 2009-2010, no se le pudo honrar un ascenso de rango al personal docente por falta de fondos. Si se les otorgara el ascenso, el impacto fiscal sería de $3 millones.
Tampoco, se pudo honrar ningún aumento de sueldo que se le concedió al personal docente, el cual tendría un impacto fiscal de $19 millones anuales. Además, “no se han honrado los aumentos de sueldos que se le concedieron al personal no-docente mediante convenios colectivos negociados y firmados, cuyo impacto fiscal se estima en $13 millones anuales”.
Estos tres renglones principales tendrían tal impacto en el presupuesto de la UPR que el déficit se estimaría en unos $240 millones. A ése déficit se le suma una deficiencia de efectivo de $40 millones, tan pronto como el mes de julio de 2010. Este problema de presupuesto y flujo de efectivo también ha provocado que diversas obras importantes se hayan paralizado.
Alternativas para resolver la crisis
Para poder atajar la crisis fiscal de la UPR, este grupo de profesores ha propuesto varias opciones. Entre éstas, está la reducción de gastos –nuevamente- y una contribución de los estudiantes.
La reducción de gastos se limitaría a unos $43 millones. No se podrían exceder ya que, el 89% de los gastos están relacionados a funciones académicas. “Esa proporción, unida a los datos anteriores, sugiere que un recorte desmedido de gastos, en lugar de corregir excesos del pasado, realmente tendría el efecto de socavar la calidad académica en la UPR lo cual no parece prudente”.
Para esta reducción, este sector propone eliminar “dos de las tres vicepresidencias (que en los años 90s no existían); reducir los salarios de los puestos de confianza al nivel de 2009 (sin aumentos a partir de ahí, como el resto de los empleados universitarios); y eliminar los nuevos puestos creados durante el año fiscal 2009 2010, y la congelación de plazas vacantes.
También, recomiendan restarle dinero al pago de contratos, bonificaciones y otros beneficios de la gerencia a nivel de los recintos y dependencias de la UPR.
Asimismo, los profesores están dispuestos a renunciar a los aumentos de sueldo y ascensos de rango, lo que representa un ahorro de $35 millones. Aunque esta renuncia está sujeta a “que todas y cada una de las cláusulas de la propuesta aquí contenida sean aceptadas e implantadas; que los otros aumentos a los que tienen derecho sean honrados con efectividad del 1ro de julio de 2010; que se honren, efectivo el 1ro de julio de 2010, los ascensos de todo el personal docente que ha evidenciado sus haberes y ha demostrado ser merecedor a los mismos durante los dos años anteriores; y que no se despida, ni se le reduzca la jornada, a ningún empleado docente o no docente”.
Por su parte los estudiantes, también están dispuestos en contribuir a solucionar el problema fiscal por el que atraviesa la UPR. Sería a través de una cuota obligatoria de $200 por estudiante (que podrá ser cubierta por la beca Pell, pero que no gozará de ninguna exención), por año académico (sin incluir verano).
Esa cuota comenzará a regir en enero de 2011 y estará vigente hasta el segundo semestre del año académico 2011 2012. De esa forma, los estudiantes aportarán $100 por estudiante en agosto de 2011 y $100 por estudiante en enero de 2012. Los profesores calculan que, los estudiantes contribuirían alrededor de $12 millones hacia el déficit de $240 millones y aportan $12 millones adicionales durante el año fiscal 2011 2012, durante el cual también se puede anticipar una merma en los ingresos de la UPR.
Por último, el Gobierno de Puerto Rico tendrá que dar su granito de arena al igual que los demás. Los profesores denunciaron que el Gobierno le debe alrededor de $300 millones a la UPR. De ésa cantidad, sólo le piden que le den $150 millones a la institución, ya que también el Gobierno está atravesando por una crisis fiscal.