Con el propósito de atender la problemática existente del zika en Puerto Rico, el proyecto “Estrategias de comunicación de riesgo y prevención del virus del zika” del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico implementó un programa de instalación de trampas caseras y trampas AGO en las comunidades escolares para atrapar a los mosquitos portadores del virus.
“Para obtener un control de los brotes por enfermedades transmitidas por mosquitos es necesario reducir la población de estos insectos. Es por esta razón que este estudio se basa en el uso de procesos participativos, como lo es el ensamblaje de estas trampas, con el objetivo de aumentar la comprensión general sobre la infección y prevención del zika”, afirmó la doctora Deborah Juarbe, investigadora del RCM, en un comunicado de prensa.
La investigación busca alternativas para erradicar a los mosquitos sin acudir a remedios nocivos para la salud o el ambiente. Es por ello que los investigadores pretenden identificar cuáles estrategias de comunicación de riesgo son más efectivas al llevar el mensaje de la prevención del zika a diferentes sectores de la comunidad. Estas estrategias varían desde obras de teatro a ferias de concientización y talleres educativos para prevenir picaduras, entre otras.
En el caso de los sectores escolares, se eligió el uso de talleres de trampas para mosquitos dado a que estos artefactos caseros son económicos, fáciles de armar y de mantener.
Los talleres ofrecen una breve orientación acerca de la biología del mosquito aedes aegypti y la importancia de atender el control del mosquito como problemática de salud pública. Luego, se explica cómo se crean estas trampas caseras para mosquitos y trampas AGO.
Las trampas AGO se diferencian de las caseras porque poseen un adhesivo que permite que los mosquitos se queden pegados en las paredes interiores de la trampa.
Las trampas caseras son elaboradas con botellas plásticas recicladas con un contenido de levadura, azúcar y agua, componente que atrae los mosquitos a la trampa haciendo del método uno práctico y eficiente para interiores. Por otra parte, las trampas AGO son construidas para el uso exterior con un contenido de heno y agua que atrae los mosquitos y los mantiene pegados al interior de la trampa.
Uno de los sectores escolares que visitó el equipo investigativo fue la escuela Botijas I en Orocovis. Durante el taller, los estudiantes trabajaron de forma individual y en pares en la elaboración de las trampas.
Los efectos positivos del taller no solo impactaron a este plantel escolar, sino a la comunidad orocoveña, al generar temas de discusión sobre la prevención del zika, tales como las condiciones óptimas para el desarrollo del mosquito, ensamblaje de las trampas y el problema que pudiera representar no atender este asunto apropiadamente.
Este proyecto pertenece a una de las cinco investigaciones del Centro Colaborativo de Investigaciones en la Disparidades de la Salud del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, cuyo objetivo es contribuir a la infraestructura mediante el apoyo a estudios de traducción en las disparidades de salud que afectan a la población puertorriqueña.