Samuel Nieves nació en Puerta de Tierra y lleva sus 56 años de vida allí. Todavía recuerda cuando de niño salía de la escuela y bajaba el acantilado de la parte norte de la isleta para jugar en la playa con sus amiguitos. Recuerda también, cuando ya un hombre adulto bajaba con sus compañeros a pescar y en ocasiones veía a las ballenas que se acercaban a la costa a parir.
Hoy, Samuel está triste porque sus memorias quedarán enterradas bajo el cemento ante el Proyecto de Revitalización Urbana y Comercial de Puerta de Tierra, un proyecto de construcción que no fue consultado con ninguno de los residentes de este sector sanjuanero.
Detrás de este proyecto está la oficina del Gobernador, la Junta de Planificación, la Oficina de Gerencia de Permisos y la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura, y según se alegó no se realizó una consulta con residentes ya que “allí no vive nadie”.
Sin embargo, Puerta de Tierra tiene cerca de 15,000 residentes que están molestos con la construcción y que sienten, como le comentó Samuel a este medio, “que el gobierno les está dando de codo a los residentes de Puerta de Tierra para acomodar a los turistas y a los riquitos”.
Ahora bien, ¿en qué consiste el proyecto?
Según los documentos oficiales de la construcción, el proyecto envuelve el uso de 806,820 metros cuadrados del sector de Puerta de Tierra para la elaboración de un paseo peatonal y ciclista a lo largo de la costa norte de la isleta, el establecimiento de un complejo comercial de 7,700 pies cuadrados denominado, Terraza al Mar, y la confección y establecimiento de una estructura en la entrada del Viejo San Juan, que sería llamada Puerta de Santiago. El costo total del proyecto se estima que sobrepasa los $40 millones.
La realización de este proyecto conlleva la eliminación del carril de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) de la avenida Luis Muñoz Rivera y redirigir las rutas de los autobuses a través de la calle del Tren que atraviesa Puerta de Tierra y por donde ya transitaban otros autobuses de la AMA.
Además se prevé la compra de espacios residenciales para construir pabellones recreacionales, estacionamientos y trabajar en la reconfiguración de flujo vehicular entre las avenidas Constitución y Muñoz Rivera.
Los residentes de Puerta Tierra están molestos porque no se les tomó en cuenta para la realización de un proyecto tan grande. Además, no se sienten satisfechos con las irregularidades con las que se han llevado a cabo las construcciones. Ante la situación decidieron unirse y conformaron la coalición de residentes para la defensa de la isleta de San Juan. Actualmente han acudido a los tribunales y esperan que sus reclamos sean escuchados.
Una de las portavoces de la Coalición, Michelle Marxuach, se reunió con Diálogo y le dejó saber a este medio algunas de las irregularidades envueltas en este proyecto.
Marxuach aseguró que además de no consultar con los residentes, las oficinas del Estado ni siquiera notificaron a los residentes. Según se dispone en la Ley de Municipios Autónomos, todas las solicitudes de construcción, proyectos y permisos deben ser notificadas a la Junta de la Comunidad. Esto no ocurrió.
La líder comunitaria también aseguró que para dar paso a la construcción era necesario preparar una declaración del impacto ambiental que el proyecto podría tener en el área. Sin embargo, esa declaración nunca se presentó.
Por otro lado, la construcción del paseo peatonal y de ciclista estuvo utilizando electricidad de la Escuela José Celso Barbosa, aun cuando el reglamento de la Autoridad de Energía Eléctrica prohíbe ese tipo de prácticas.
Las palmas saludables
Otro asunto que ha creado asperezas ha sido la tala de las palmas de la costa norte de la Isleta. Según el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, las palmas las habían cortado porque estaban enfermas. No obstante, los residentes llevaron a cabo una investigación y descubrieron que las palmas estaban en perfecto estado de salud.
A Bibiana Hernández, residente de Puerta de Tierra, le entristece saber que al lado de esas palmas se sentaba Don Yeyo y Don Zurdo a coger fresquito y ya no lo podrán hacer porque se construye un complejo comercial dirigido a un mercado que ni siquiera vive en la Isla.
Fallas en la planificación
El casco o el corazón de Puerta de Tierra también se ha visto afectado. Debido a que se eliminó el carril de la AMA de la avenida Muñoz Rivera, todos los autobuses tendrán que circular por la calle del Tren, una vía que se encuentra en el centro del sector residencial. Como aumentó el volumen de autobuses que ahora transitan por la calle del Tren, las autoridades decidieron remover los semáforos de esta calle que cuenta con varias intersecciones. Esto ha causado que los autobuses vallan a toda velocidad poniendo en riesgo la seguridad de los residentes.
En una visita realizada por Diálogo a la región, los residentes se acercaban y le contaban a este medio los problemas que han tenido.
Contaron que los postes de luz tienen unos tornillos que sobresalen de la superficie y que ya muchos residentes se han caído. “Mira, ahí… muchacho ahí se ha caído medio mundo”. Entre ese medió mundo se encuentra Samuel Nieves quien tras la caída confrontó problemas médicos que resultaron en la amputación del dedo meñique de su pie izquierdo.
De la misma forma se han visto afectados los residentes impedidos quienes a veces no encuentran como transitar por las aceras a las cuales le quitaron muchas de las rampas.
José ‘Papo’ Torres es dueño de un colmado y le dejó saber a Diálogo que los clientes impedidos ahora tienen que mandar a hacer el pedido con otras personas, o pedir lo que van a comprar desde afuera, ya que frente a su colmado hicieron una parada de la AMA y eliminaron la rampa de impedidos que había allí.
Mientras tanto, la coalición de residentes está en los tribunales en espera de que se escuchen sus reclamos, los cuales han sido invisibilidades por el cemento de una construcción de la que ni siquiera las palmas se salvan.