Mañana se conmemorará el momento en que esta rama pedagógica apareció en 1972 con la Declaración de Estocolmo. Y es que fue en los años setenta cuando líderes de todas partes del mundo denunciaron que el modelo de crecimiento establecido había impactado al medio ambiente. Este diálogo se dio en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, realizada en Estocolmo, Suecia. Sin embargo, en Latinoamérica esta cultura ambientalista llegó para la década de los ochenta. “Las ciencias ambientales surgen como resultado de la interacción que ha tenido el ser humano con el medio ambiente. Es una forma de evaluar los impactos, para tomar medidas”, expresó el profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (UPRRP), José Mollinelli Freytes. Según Mollinelli Freytes, quien también es geomorfólogo, esta rama de la ciencia intenta buscar soluciones a problemas ambientales como el calentamiento global, la pérdida de fertilidad de los suelos y biodiversidad y la contaminación del aire y el agua. “Hemos avanzado con la educación, pero no podemos esperar porque las generaciones futuras aprendan a respetar al medioambiente. ¡Hay que actuar ya!”, añadió el profesor. Por su parte, la coordinadora de Sierra Club de Puerto Rico, Camilla Feibelman, opinó que varias entidades han realizado grandes esfuerzos por promover la conservación del ambiente, pero que se necesita de un proceso integral que incluya el hogar, la escuela, los medios de comunicación y el Gobierno. “Debemos comenzar a trabajar con los niños desde el principio; enseñándoles a reciclar y a no comprar en exceso”, expresó la Líder ambientalista. Por otro lado, la profesora de ciencias ambientales de la UPRRP, Olga Mayol, dijo que la educación ambiental les permite a los estudiantes, a través de las experiencias de campo, tener la oportunidad de palpar la situación que ocurre. No sólo a los universitarios, sino también a los pequeños. Aunque tema de la conservación del ambiente se encuentra en el currículo de las escuelas, cada uno de estos líderes ambientales comentó que el Gobierno debe ser más fuerte en hacer cumplir los reglamentos, porque sino la ciudadanía se verá afectada en el futuro. “Hoy día, el Gobierno ve el ambiente como un obstáculo al desarrollo económico. El Gobierno se está moviendo en la dirección opuesta y eso va a traer graves consecuencias”, comentó Molinelli Freytes. “Definitivamente estamos en una crisis ambiental, pero esto se puede arreglar con la tecnología y la economía. Sólo necesitamos innovación y creatividad”, expresó Feibelman. Actualmente, Puerto Rico cuenta con entidades en pro del ambiente como: Sierra Club, Alianza Ciudadana para la Educación en Energía Renovable, Casa Pueblo, Centro Eco-Educativo de Puerto Rico, CienciaPR, Ciudadanos del Karso, Coalición Playa Para Todos, Comité Pro Desarrollo de Maunabo, Consorcio del Estuario de la Bahía de San Juan y US Fish and Wildlife Service – Caribbean Ecosystem Team, entre otras. Para conmemorar este Día Mundial de la Educación Ambiental, Sierra Club de Puerto Rico celebrará mañana una actividad donde se reconocerán a 16 alcaldes que se han comprometido con reducir el calentamiento global, pertenecientes a la Coalición Ciudades Cool.