Todos conocemos a Puerto Rico como la Isla del Encanto, una fuente inagotable de belleza, recursos naturales y recursos humanos. Sin embargo, le sorprendería saber que Puerto Rico también es la Isla de la Neurobiología. Nuestra Isla cuenta con sobre 50 laboratorios que se dedican a estudiar desde cómo se forma el cerebro, hasta como se enferma, y muchos tópicos más. De hecho, fue nuestro estatus como Isla de la Encanto el que nos condujo a convertirnos en un atractivo para la Neurobiología. En 1967, un dormitorio para enfermeras del Ejército de los Estados Unidos quedó disponible, oportunidad que se aprovechó para fundar el Laboratorio de Neurobiología (hoy el Instituto de Neurobiología) en San Juan, bajo la dirección del Doctor José del Castillo. José del Castillo, llegó a Puerto Rico desde España, vía el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, atraído por la riqueza de animales marinos –uno de sus modelos experimentales favoritos- que ofrecía estar a pasos del Océano Atlántico. Utilizando calamares, y luego sapos, en el laboratorio de Bernard Katz, del Castillo hizo grandes contribuciones al entendimiento de la transmisión sináptica (el principal mecanismo de comunicación de nuestras neuronas), descubrimientos que luego llevaron a Katz a ganar el Premio Nobel en Fisiología en 1970. En las propias palabras de José del Castillo: “El propósito original del Laboratorio, que ha permanecido igual a lo largo de los años, fue establecer una facilidad de investigación interdisciplinaria e interdepartamental que diera acceso a la rica y variada fauna local, tanto terrestre como marina, ofreciendo así a los investigadores los resultados de la experiencia evolutiva en forma de tejidos y células particularmente adecuados para la elucidación de problemas biológicos específicos.” Hoy día, el Instituto de Neurobiología tiene una facultad compuesta de 14 profesores, que investigan la actividad eléctrica de las neuronas y las moléculas que las componen; como las neuronas se comunican y se conectan entre sí; y como circuitos de neuronas llevan a los diversos comportamientos de los animales. Allí, moluscos, cucarachas, sapos, cangrejos, ratones y monos, entre otros, ayudan a los investigadores del Instituto a comprender el sistema nervioso. Además del Instituto de Neurobiología, Puerto Rico cuenta con un nutrido grupo de neurocientíficos en diferentes instituciones académicas. En la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras y Recinto de Ciencias Médicas (RCM), investigadores estudian la estructura y función de canales iónicos que dan paso a la actividad eléctrica de las neuronas; la neurobiología del desarrollo y mecanismos de regeneración del sistema nervioso; como envejece el cerebro; el aprendizaje y la memoria; y los mecanismos de adicción a drogas, entre muchos otros temas. Además, la UPR cuenta con el Centro de Investigaciones de Primates en Cayo Santiago, que provee a la comunidad científica internacional con monos Rhesus y estudia diferentes aspectos de estos primates. Otras instituciones privadas, como la Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe y la Escuela de Medicina en Ponce, también realizan investigación en la función de canales iónicos, adicción a drogas, y enfermedades neurológicas, entre otras. Además de nutrida, la comunidad neurocientifica en Puerto Rico es sumamente colaborativa e interdisciplinaria. Por ejemplo, el Centro para la Neurociencia Molecular, del Desarrollo y del Comportamiento (Center of Molecular, Developmental and Behavioral Neuroscience) es un centro multidisciplinario y una colaboración entre la UPR-Río Piedras, UPR-RCM, la Escuela de Medicina en Ponce y la Universidad de Missouri-Columbia que se enfoca en el estudio de los mecanismos moleculares de daño cerebral, aprendizaje, adicción a cocaína y comportamiento maternal. Este artículo es una colaboración del medio digital www.cienciaspr.org. La autora es estudiante doctoral de la Escuela de Medicina de Harvard y vice-directora de www.cienciapr.org.