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La frase la inventó el ahora Gobernador Fortuño y la repitió hace poco en el Centro de Convenciones durante la Cumbre de las Américas recordando sus años como Director Ejecutivo de la Compañía de Turismo. Allí anunció la llamada Reforma Turística de Puerto Rico, que busca “convertir a la Isla en el primer destino del Caribe y en un destino competitivo a nivel mundial.” En contraste, y dando al traste las palabras del Gobernador, el grado de incompetencia de este gobierno fortuñista quedó demostrado con el ridículo que hicimos a nivel internacional. Ya todos saben que luego del director de Turismo anunciar con bombos y platillos que llegaba por fin el Carnival Dream, de convocar a una conferencia de prensa para hablar del beneficio económico que implicaba el enorme crucero con 3,200 pasajeros abordo –la embarcación tuvo que retirarse (dicen que para la República Dominicana) por no poder atracar en varios de los muelles del puerto de San Juan. ¡Habrase visto tamaño ridículo! El turista de cruceros deja un promedio de $240 millones anualmente y se buscaba recuperar barcos con puerto base en Puerto Rico. Precisamente la Compañía de Turismo acababa de anunciar un nuevo acuerdo con Carnival Corporation & PLC, “después de que ambas partes mantuvieran un litigio durante los pasados cinco años por un desacuerdo en el aumento de las tarifas portuarias.” Álvaro Pilar, director de Puertos, aceptó que hubo falta de comunicación entre su agencia y Carnival, ya que nunca hablaron de las características de altura de la embarcación. A la misma vez que este ridículo sucedía en el puerto, el Director Ejecutivo de la Compañía de Fomento Industrial presentaba a Puerto Rico como destino de inversión ante varios ejecutivos visitantes a quienes se les ofreció “un panorama sobre la industria turística como parte de los esfuerzos del Gobierno para promover a la Isla como un destino de inversión, informó el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, José R. Pérez Riera. El error nos costó mucho más que la pérdida de lo miles de dólares que esos pasajeros iban a gastar en la Isla. Los millones que se gastan en promover a Puerto Rico como lugar ideal se fueron por el inodoro con este ridículo. ¿Es que no pueden siquiera intentar coordinar entre las agencias para no meter las patas a niveles tan absurdos? __________________________________________ La autora es historiadora, escritora del libro “La Mordaza: Puerto Rico 1948-1957” y profesora universitaria en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, además de catedrática de Humanidades e Historia en la Universidad del Turabo. Este texto fue publicado originalmente en: http://desahogoboricua.blogspot.com/