Por: Ariana Rivera Franco
Tras cuatro meses de iniciar el proceso de vacunación contra el COVID-19 en Puerto Rico, el secretario de Salud, Carlos Mellado López, informó que la isla sobrepasó el millón de vacunas administradas a la ciudadanía.
Según el registro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en Puerto Rico se han administrado 1,044,040 dosis, entre las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, a 100 mil personas, desde que inició el proceso el pasado mes de diciembre.
Como parte de la meta de lograr la inmunización de “rebaño”, el Departamento de Salud y la Coalición de Vacunación VOCES realizó ayer miércoles, un Súper VacuTour, en el que se vacunaron 10,696 personas, en el Centro de Convenciones Pedro Rosselló, con la vacuna de Johnson & Johnson, por lo que no tendrán que regresar para una segunda dosis.
Centros de vacunación
Sin embargo, la realidad de varios centros de vacunación no es la misma que las actividades que realiza el gobierno, pues, lugares como el Centro de Salud Familia, en Cidra, no han recibido nuevas dosis, por lo que han recurrido a hacer listas para comenzar a llamar a los anotados, según informó una persona del área administrativa, quien pidió que mantuviéramos su identidad anónima.
Asimismo, lugares como Centro Vacunín, en Arecibo, no están brindando información sobre la vacuna, ni respondiendo llamadas en el cuadro destinado. Esta situación es la misma en el Hospital HIMA San Pablo, en Bayamón, pues no reciben llamadas, ni solicitudes nuevas para vacunación.
Además, la Escuela de Medicina San Juan Bautista, en Caguas, tiene un mensaje automático que indica que la información sobre el proceso se encuentra en su página digital.
La mayoría de los centros de vacunación tienen mensajes directos, pero no responden las llamas que la ciudadanía realiza con el propósito de obtener información sobre el proceso de vacunación.
A su salida del Auditorio Municipal, en Comerío, a Carmen G. Vázquez Laureano, de 67 años y residente de este municipio, comentó que el proceso de vacunación, dirigido por la organización sin fines de lucro Salud Integral en la Montaña (SIM), fue bueno y recibió orientación en todo momento.
“Luego que me pusieron la vacuna, me orientaron y se mantuvieron observándome en el periodo de los 15 minutos que debía esperar para ver si me daban efectos secundarios”, sostuvo Vázquez Laureano.
Mientras, Alberto Franco Méndez, de 66 años, quien se encontraba recibiendo su segunda dosis de la vacuna de Pfizer, manifestó que el proceso fue rápido y lo llamaron días antes para confirmar su cita.
“El personal estuvo muy pendiente de los turnos y a todos los pacientes. También, fueron atentos en cuanto a ubicarnos de manera ordenada y con distanciamiento”, informó Franco Méndez en entrevista con DIÁLOGO.
Por su parte, en expresiones con El Nuevo Día, el titular de Salud informó que las fases actuales (de vacunación) son personas de 35 a 49 años con condiciones crónicas, individuos de 50 años en adelante con o sin diagnósticos de condiciones crónicas, trabajadores de la industria de alimentos de 18 años en adelante. También, empleados de la industria farmacéutica, manufactura, industria de telecomunicaciones, adultos mayores, entre otros.
Ante el aumento de capacidad en las unidades de cuidado intensivo a un 71 por ciento, especialistas médicos continúan instando a la ciudadanía para que prevengan contagios comunitarios del COVID-19.
Cabe señalar, que DIÁLOGO solicitó una entrevista con Mellado López, pero al cierre de este reportaje no recibimos respuesta.