El experto en política, Miguel A. Rivera Quiñones, y el economista, Argeo Quiñones Pérez, tuvieron opiniones encontradas sobre la importancia de la primera reunión de la junta de control fiscal (JCF), que se llevará a cabo mañana en Nueva York.
La reunión de mañana “es más un golpe mediático para exponer posiblemente lo que ya se decidió la semana pasada y anunciar posiblemente [a] quien ellos ya saben que va a dirigir”, aclaró Rivera Quiñones, tras asegurar que los siete miembros nombrados de la JCF se reunieron la semana pasada en el Tesoro de los Estados Unidos.
Para el profesor de ciencia política de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), la primera reunión y la más importante ya ocurrió; y posiblemente estuvo más vinculada a empezar a delinear lo que será la agenda de trabajo más sustancial dentro de la elaboración del Plan Fiscal a cinco años que debe hacer la JCF.
No obstante, Rivera Quiñones explicó que espera que la reunión de mañana sea una de trabajo; que establezcan las normas interinas de manejo de información, la designación de áreas del desarrollo del plan fiscal y delinear las tareas inmediatas que se realizarán para lograr el objetivo principal de la ley PROMESA. Es decir, lograr un ajuste fiscal estructural para que Puerto Rico pueda cumplir con sus obligaciones económicas con los bonistas.
“En ese sentido, creo que se le ha dado más importancia de la que merece porque realmente no se va a determinar nada allí, si se determinó algo sustancial, ya se hizo en el Tesoro la semana pasada y esto es solamente administrativo, por decirlo de alguna forma”, puntualizó el experto en política.
Los siete miembros de la JCF fueron nombrados por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el pasado 31 de agosto. La junta está compuesta por: los demócratas José Ramón González, Ana Matosantos y Arthur González; y los republicanos Carlos García, José Carrión y Andrew Briggs y David Skeel. Además, el único miembro con voz, pero sin derecho al voto es Richard Ravitch, en representación del gobernador de Puerto Rico.
Por su parte, Quiñones Pérez, profesor de economía de la UPRRP, expresó que hay un hilo de confusión por parte de la gente. Debido a la prominencia que le han dado los medios a la reunión, se está interpretando que en esta se tomarán, de alguna forma, decisiones de política pública, mas no es así.
No obstante, señaló que “esa reunión es importante, aunque no salgan de ahí medidas de política pública [porque] se va confirmando en qué dirección va a venir la junta en términos de los ajustes [y] las reestructuraciones que van a hacer en Puerto Rico”.
Esa dirección se podrá inferir, según el economista, a base de la persona que ocupará la presidencia, el establecimiento de los procesos y cómo será la jerarquía dentro de la junta. Por tal razón, la reunión sí tiene relevancia en el proceso.
Lo primero que está haciendo la JCF es recopilar información y a partir de dicha información, y de la ideología económica de los que estarán formulando política pública, es que se verá finalmente hacia dónde se dirige el ajuste que trae la Ley PROMESA, explicó. Pero todavía no se están dando las acciones más concretas sobre qué pasará con el servicio de la deuda, con el presupuesto, el plan fiscal, si habrá o no recortes o despidos.
“Eso es lo que tiene a la mayoría del pueblo preocupado, como en un limbo, porque la expectativa de ejecución de esa política pública para Puerto Rico era una como más cercana”, añadió Rivera Quiñones.
El presidente de la JCF, ¿influye o no en el impacto que tendrá la junta?
Según el comunicado de prensa que envió la JCF, en la reunión del viernes los asuntos a tratarse serán: elección del presidente de la junta, la adopción del reglamento, determinación inicial de entidades sujetas a la ley; petición del Plan Fiscal y otra información al gobernador de Puerto Rico, proceso para la búsqueda de director ejecutivo y otros puestos claves; y otros asuntos.
El tema de quién será presidente de la junta, para el experto en política, es básicamente indiferente. “Independientemente de quién presida, lo importante es que la persona que presida va a tender una cantidad de poderes que básicamente elimina la capacidad de autogobierno que a Puerto Rico se le concedió a partir de 1952 –año en que se creó el Estado Libre Asociado–”.
Bajo PROMESA, un proyecto federal aprobado el pasado junio, Puerto Rico pierde el único poder jurídico que tenía, la recolección, el gasto y administración de impuestos, indicó Rivera Quiñones. Además, esta ley representa la cancelación del estado de derecho en la isla.
“Jurídicamente es lo más cercano a una dictadura que yo he visto, en el marco jurídico estadounidense”, aseguró el profesor.
Mientras que para el economista, el presidente de la junta sí es importante porque es la persona que dictará hacia dónde se inclinarán los ajustes y la reestructuración de la isla. Eso dependerá de los intereses y convicciones de la persona que esté al frente de la JCF y que se elegirá el próximo viernes.
Además, Rivera Quiñones hizo hincapié en que a Puerto Rico le espera un paradigma de austeridad porque la prioridad de la junta es el pago de la deuda.
“[Se] debe estar bien claro, no vienen los Reyes Magos, no viene Santa Claus, lo que viene es un ajuste estructural… unas caídas dramáticas en el crecimiento económico y aumento en la desigualdad social”, expresó el economista.