"¿Quieres tomarte una foto con este niño lindo?”, con estas palabras, la madre de Raven Kaliana inició a su hija al mundo del abuso sexual. Con ojos tristes y serios, la titiritera recordó los momentos en que su madre la abandonaba junto a otros niños para ser explotados por una banda de crimen organizado que filmaba películas de pornografía infantil en estudios de fotografía.
Ahora, muchos años después, a través de los títeres y la actuación, Kaliana intenta brindar conocimiento sobre las señales que pueden exhibir las víctimas de trata humana. Con su documental autobiográfico Hooray for Hollywood, Kaliana reveló sus vivencias, desde ser drogada hasta violada por múltiples personas durante la grabación de filmes pornográficos que eran vendidos alrededor del mundo. La presentación del documental y el taller de creación de marionetas se llevó a cabo como parte de la programación de la Titiretada 2014.
“El niño es la persona menos poderosa en este tipo de crimen. No existe un sistema de apoyo, tampoco de educación. A veces pensamos que esto ocurre solo en ciertos países, pero no es así. Esto ocurre en todo el mundo, hasta en los vecindarios que pensamos que son los más sanos”, indicó Kaliana.
Después de 15 años sumergida en el mundo de la trata humana, con la ayuda de una maestra logró escapar del infierno y comenzó sus estudios universitarios, donde conoció a otros jóvenes que también fueron abusados sexualmente. A través de los años y con la ayuda de otros sobrevivientes logró superar la explotación y convertirse en una activista por los derechos de los niños.
Kaliana afirmó que en un momento le interesó procesar a sus padres por el daño que le ocasionaron, pero un policía que investigaba los casos de trata le aseguró que el sistema estaba corrupto y mucha evidencia era destruida al momento del juicio. Dado a esto, Kaliana optó por cambiar su nombre y cortar todo contacto con sus padres. Hasta el día de hoy no sabe nada sobre las personas que le ocasionaron daño y duda que la Policía los haya capturado.
“Las víctimas volvemos a ser victimizadas por el sistema. Cuando intenté recibir ayuda, nadie me creía. Eso afecta tanto; yo era simplemente un caos de emociones. Sabía que no iba a poder tener justicia, así que intenté tener justicia social”, expresó.
Justicia social a través de los títeres
Su justicia consiste en orientar a las personas sobre la trata y los derechos de los niños. A pesar de haber vivido experiencias traumatizantes en su infancia, Kaliana mantiene un espíritu alegre y “lleno de arte”. La teatrera comenzó su carrera cuando obtuvo un trabajo en San Francisco donde creaban títeres y desde entonces empezó su fascinación para hacer teatro.
“Los títeres son una forma de comunicación. Al usar los títeres en Hooray for Hollywood, los adultos pueden identificarse más en la historia, en vez de usar niños reales”, indicó.
Kaliana presenta a los niños de la historia como títeres, mientras los adultos son representados como personas reales y sólo se muestran hasta la altura de la cintura, a vista de un niño. Según la titiritera, su propósito era filmar el punto de vista del niño, como pequeño e indefenso, mientras los adultos son grandes y poderosos.
En el filme Hooray for Hollywood, Kaliana demuestra la banalidad de las conversaciones de los padres. En una escena, luego de haber vendido a su hija, la madre de Kaliana va a comer un helado y conversa sobre asuntos del hogar con otra mujer que hizo lo mismo. Para los familiares de la teatrera y los que la rodeaban, la trata humana era algo común que se le “iba a olvidar con el tiempo”.
Actualmente Kaliana trabaja con organizaciones a favor de los derechos humanos. También es representante de Childline y se presentará en las Naciones Unidas como conferenciante. La teatrera está trabajando en un nuevo filme dirigido hacia los niños para orientar sobre los peligros de Internet.
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