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Quien conoce a Amado Martínez Lebrón sabe que la mayor parte del tiempo sus conversaciones con los demás están cargadas de planteamientos ideológicos y discursos en contra de los Sistemas. Poco importa si el interlocutor sigue su onda. Lo suyo es exponer su punto (y punto), y si de paso ejecuta su planteamiento con cinismo más complacido queda. A la postre, es una cuestión de actitud y de palabras escogidas. Un conjunto de sonidos que les llamamos palabras, que alzan vuelo (o se las lleva el viento). Cuan imperecedero pueda ser un pensamiento que cruza mientras esperamos el verde del semáforo o una conversación nocturna sucedida de forma interrumpida por los sonidos sub-estilados del jazz, entre copas y muchos cigarrillos. Así de efímera y cotidiana es la reciente propuesta de Amado, cuya zona artística pertenece a la transitoriedad. GRITODEMENTE, en palabras del autor, es un concepto de múltiples lecturas. Se habla en primera instancia de un libro colectivo, también se alude al performance literario, en ocasiones de un proyecto de crítica social con agenda política, “o como quieran llamarlo, el punto es que tiene intención de premiar a sus colaboradores en un certamen fotográfico”, detalla Amado, restándole importancia a la categorización de su pieza. Una de las vertientes de esta escurridiza obra consiste en que los participantes salgan a tomarse una foto creativa, metafórica o literal, que sea relevante a la oración escogida del libro GRITODEMENTE: Ciento un grito en silencio. Un libro cuyo texto en lugar de estar escrito en papel está impreso en tela — el texto capaz de reducirse a hilos y ser tejido — contiene 109 versos y/o pensamientos de corte filosófico, anti-religioso, anti-institucional, de crítica ambiental y social redactados con humor, calambures y otras destrezas literarias. Ciertamente el proyecto tiene una acción textual implicada en un acto tangible o de la construcción del imaginario como acto preformativo, al incluir en su propuesta la documentación fotográfica. Sin embargo, ese es sólo uno de los aspectos del concurso. Lo que Martínez Lebrón realmente persigue es que el evento literario dé pie a un debate ciudadano sobre el cuestionable efecto de la institucionalidad de la religión. “La última frontera de la lucha social está en erradicar los pensamientos retrógrados a los que nos lleva la religión. Si sacamos la institución religiosa como una cualidad social relevante podremos suprimir conceptos y estructuras de pensamientos teóricas fraudulentas. Además, del modo en que se plantea la religión y la moral es como si fuera algo exclusivo de la creencia en Dios”, criticó Martínez Lebrón. La pieza ya está en la calle. La tienda Bang On, ubicada en el número 1003 de la Ponce de León en Río Piedras, abrirá oficialmente sus puertas el próximo jueves 12 de noviembre y desde allí el público podrá apreciar el “poemario alternativo”. Que encuadernado a modo de catálogo servirá de guía para que el participante escoja las frases que más le llamen la atención, y potencialmente se apropie con creatividad de ellas y se realice una sesión fotográfica, que será posteriormente evaluada por un jurado. El cierre del concurso está previsto para la tercera semana de enero de 2010 con la premiación de un ganador que obtendrá un máximo de hasta 1,000 dólares (según la disponibilidad de recursos) o el 15% de lo que genere el proyecto. Además hay otras categorías adicionales que serán gratificadas. Las bases para el certamen son muy específicas. Se recomienda visitar el grupo INRI en facebook para leer los detalles: http://www.facebook.com/home.php?ref=home#/group.php?gid=157784298570&ref=ss o pasar por la tienda. Con GRITODEMENTE el creador expone por segunda ocasión lo que prefiere llamar “poemas de corte eslogan”. Una copia del modelo de la publicidad basado en re-crear sentencias y reflexiones sobre sus interpretaciones del mundo. En 2002 el egresado de Filosofía e Historia del recinto de Río Piedras publicó el Libro Deshojado, cuyas hojas igualmente se vendieron en camisetas en la librería Borders. Diría en aquel momento Amado que su propósito era dramatizar la resistencia a la idea de la eternidad, ya que al separar las camisetas en distintas personas no existía un libro concreto, mucho menos completo. En 2005 el periódico Claridad sirvió de foro para la sección de poemas cortos que trabajó con el nombre de Amadodesdeabajo.