En estos días se ha estado discutiendo el Proyecto de Ley de Reforma Educativa presentado por el senador Eduardo Bhatia. Coincido con algunos aspectos del proyecto aunque comparto algunas críticas que se le han hecho al mismo. Entiendo que se puede dar un diálogo constructivo que permita enmendar el proyecto de manera que promueva un cambio positivo en el sistema educativo. Por limitación de espacio enfocaré mi discusión en la propuesta de crear la Junta de Alianza e Innovación Educativa la cual autoriza a Entidades Educativas Certificadas a que administren planteles elegidos para ser Escuelas Públicas Líder.
Lo más importante en nuestro sistema educativo es el intercambio que se da entre estudiantes y maestros en el salón de clases. Mejorar ese intercambio debe ser el foco de una Reforma Educativa. En mis libros Muchas reformas pocos cambios y Hacia un plan educacional para Puerto Rico presento mi visión sobre cómo mejoraría dicho intercambio. Los estudios de Howard Gardner (Multiple Intelligence, 2006), demuestran que cada persona tiene talentos diferentes, aprende en forma y ritmo diferente y trae diversas experiencias de vida al salón de clase. Por tal razón, aunque todos debemos adquirir unas competencias básicas en común, la forma y ritmos de aprenderlas debieran variar de acuerdo al estilo y ritmo de aprendizaje de cada estudiante. Aunque desde hace décadas sabemos esto, continuamos enseñando a todos igual, estandarizamos la enseñanza.
El cambiar de una enseñanza estandarizada a una personalizada no es tarea fácil. Es el paradigma que rige la educación. En la ciencia, como en la actividad económica, social y cultural, las innovaciones y cambios de paradigma casi siempre surgen de entidades o personas externas al “establishment” institucional. Rara vez una estructura se renueva a sí misma. Un ejemplo claro es lo que ocurrió con La Ley 149, la cual establece la autonomía de las escuelas, lo que nunca se llevó a la práctica. El sistema no se renovó a sí mismo.
Este proyecto de ley abre una posibilidad para la innovación, al crear bajo la sombrilla del sistema público, pero con independencia de la estructura actual, la Junta de Alianzas e Innovación Educativa la cual podría convertirse en un ente transformador del sistema educativo. Tendría sin embargo que enmendar su misión.
Las innovaciones toman tiempo. Por ejemplo, el cambio a una enseñanza integrada en la Escuela Pedreira tomó seis años. Luego hemos tenido que estar protegiendo estos cambios ante las nuevas directrices al cambiar la administración del Departamento de Educación (DE). Al ser la Junta independiente del DE y al estar constituida por un número considerable de personas que no dependen de los cambios políticos, ni están asociados a los partidos,protegería y daría continuidad de las innovaciones. Para aumentar la independencia a la Junta del Gobierno enmendaría la forma en que se escogen dos de los miembros, que de acuerdo al proyecto de ley los escoge el gobernador. Propondría que al líder magisterial y al maestro se escoja de otra forma. En el caso del líder magisterial, dejaría que las agrupaciones magisteriales lo escojan. En caso del maestro, sugeriría un proceso similar al siguiente. El Banco Popular todos los años premia a los estudiantes con los mejores promedios en el College Board. Premia también a los maestros que estos jóvenes identifican como los más significativos en sus estudios. Entre estos maestros se podría escoger al representante en esta Junta.
Enmendaría las funciones de la Junta en otras dos áreas. Al escoger las Entidades Educativas Certificadas añadiría dos criterios: que sean entidades con un historial de responsabilidad social y que trabajen junto al personal escolar un plan innovador para mejorar el aprendizaje. De hecho, el éxito de este proyecto de ley va a depender en gran medida del cuidado en escoger estas Entidades. Otro elemento que añadiría a la misión de la Junta, es el crear mecanismos para estar en un proceso continuo de intercambio con el sistema educativo. Así los focos de innovación que se desarrollen, junto a los proyectos innovadores y escuelas efectivas que ya existan en el sistema, sean fuente de aprendizaje y motivación para otras escuelas y para el propio Departamento. Estos proyectos le permitirían al DE explorar formas novedosas de apoyar el mejoramiento de sus escuelas. Se promovería así que se vaya reformando la estructura administrativa del sistema hacia una que apoye el mejoramiento de las escuelas.Para esto, es necesario que el personal, maestros y directores recuperen la esperanza. La realidad actual del maestro y director: sobrecargados, mal remunerados, sin los apoyos para atender todos los problemas sociales que se reflejan en las escuelas, no abona a la esperanza. Necesitamos cambiar esta situación. Esta ley con su tono derogatorio del sistema no apoya la esperanza. La desconfianza en el sistema que se respira en este proyecto de ley, lleva a otro problema, hace que se entre en un “micro management” que es muy peligroso en una ley. Por ejemplo, eliminaría toda la sección sobre la Cantidad Total de Escuelas Públicas. Este es un asunto para el cual no hay una regla única, es necesario analizar cada situación en contexto.
Debemos trabajar por mejorar el Proyecto de Ley de forma que nos permita salir del status-quo, el cual está limitando el futuro de un gran número de estudiantes.