Varios agentes de la policía estatal custodian las diferentes entradas a la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras. La Uniformada regresó al Recinto a petición del presidente del Sistema, Miguel Muñoz, y el gobernador, Luis Fortuño, luego de las confrontaciones que se suscitaron ayer durante el paro de 24 horas.
La jornada durante el paro se caracterizó por los espectáculos de violencia y gritería, además de los ánimos caldeados de todos los allí presentes. Por un lado, los manifestantes defendían su paro bajo la moción avalada el día anterior en la Asamblea General de Estudiantes.
Sin embargo, varios estudiantes criticaron la manifestación y exigían que se les diera paso al Recinto. Profesores brincaron por encima de los pupitres; otros se reunieron en grupo para dialogar con los huelguistas; y un profesor llamado James Conlan agarró un manifestante por el cuello cuando el joven intentó cerrar el portón de acceso peatonal.
Estudiantes y empleados docentes del Recinto llegaron hasta las diferentes entradas para exigir que removieran las barricadas improvisadas que impedían el paso. No obstante, durante el día de ayer, la manifestación estudiantil logró paralizar las labores del Primer Centro Docente del País.
Pese al segundo paro de 24 horas pautado para hoy, el Recinto amaneció en calma. La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) y la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) optaron por no participar en el segundo paro que los estudiantes exhortaron a que realizaran.
No se han suscitado eventos o confrontaciones violentas en lo que va del día. Mientras los centinelas custodian los portones, el flujo de estudiantes y profesores por el Recinto podría catalogarse como característico de “un día normal de clases”.
La coalición multisectorial convocó un piquete frente al recinto riopedrense al medio día en apoyo al movimiento estudiantil y en repudio al regreso de la Uniformada a los predios universitarios.