Las primeras horas, luego del paro estudiantil decretado ayer en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, transcurrieron con bastante tranquilidad.
Estudiantes reunidos en grupos en los distintos portones del Recinto discutían la organización de las actividades que se realizarán en las próximas horas con el propósito de sentar las bases de lo que esperan sean procesos de negociaciones paralelas con la administración universitaria y el gobierno central.
Según informó el presidente del Consejo General de Estudiantes, Guillermo Guasp, ya se está estableciendo un comité que se sentaría a negociar a nombre del estudiantado, según se aprobó en la Asamblea celebrada ayer, en la que participaron sobre 3 mil estudiantes, asistencia que el líder catalogó de “histórica”.
“Más allá del paro, aquí se están dando diversas discusiones a través de los portones con los estudiantes presentes y las organizaciones estudiantiles que se van a incorporar al paro, donde se van a discutir los reclamos que se aprobaron en la Asamblea, como también las diversas propuestas que podamos presentar tanto para la Universidad como para el País”, añadió Guasp.
Entre los reclamos presentados por los estudiantes, se encuentran la eliminación de la Ley 66, que congeló el presupuesto asignado para la UPR; el impago de la deuda nacional; así como las renuncias del presidente de la Universidad, Uroyoán Walker Ramos, el rector del Recinto de Río Piedras, Carlos Severino Valdez, y el decano de la Escuela de Arquitectura, Francisco Rodríguez Suárez, todos implicados en la controversia sobre las becas presidenciales otorgadas a varios estudiantes.
Para Rafael Bernabe, candidato a la gobernación por el Partido del Pueblo Trabajador, quien se presentó al portón principal del Recinto en apoyo a los manifestantes, el proceso que llevó al decreto del paro fue uno “ejemplar”.
“Ojalá que todos los procesos en Puerto Rico se caracterizaran por ese grado de participación, discusión y respeto entre las diferentes posiciones. Hay mayorías y minorías, pero se respetan, y se tomó la decisión correcta a mi parecer de rechazar lo que ha sido la política pública del gobierno respecto a las finanzas de la Universidad en meses recientes, que es retener las remesas que necesita para funcionar”, dijo el también profesor en el Departamento de Estudios Hispánicos.
¿A la mesa de negociación?
En cuanto al proceso de negociación que el estudiantado espera llevar a cabo con las autoridades universitarias y gubernamentales, Guasp indicó que todavía no se ha podido establecer comunicación con ninguna de las partes. Sin embargo, anticipó que un punto en el que los estudiantes no estarán dispuestos a ceder, de concretarse las conversaciones, sería en el financiamiento de la Universidad.
“Aquí tenemos más de $80 millones que Hacienda nos debe que pone en riesgo muchos servicios estudiantiles como apoyo que se le da al docente, no docente y estudiante en el Recinto, ya que sólo se garantiza la nómina”, criticó Guasp, quien igualmente denunció que el gobierno continúe pagando la deuda pública, que ya ha declarado como impagable, mientras lleva a cabo un proceso de reestructuración.
Asimismo, exigió que el estudiantado tenga mayor injerencia en el proceso de elegir al presidente, resaltando el hecho de que en pasados procesos se ha ignorado las recomendaciones que han hecho, lo que, a juicio de Guasp, ha resultado en la selección de candidatos que “carecen de la confianza y respaldo” de la comunidad universitaria porque “no han defendido el proyecto universitario”.
A pesar de que el paro decretado por 72 horas culminará el viernes con una marcha de protesta al Departamento de Hacienda, el prospecto de una huelga indefinida se mantiene latente. Si los estudiantes no quedan satisfechos con la reacción del gobierno y la Universidad a las protestas, la posibilidad de ir a huelga se discutirá en la próxima reunión del pleno estudiantil, pautada para la semana del 4 al 8 de abril.
Aquí le presentamos el calendario de actividades para el miércoles: