Un posible apocalipsis nuclear y un sinnúmero de guerras a causa de la obtención de agua y terreno fértil podría avecinarse si los líderes de las grandes naciones no comienzan a cooperar entre sí y proveen una verdadera repartición de recursos naturales, de esta manera se expresó ayer el periodista y profesor francés, Bernard Cassen.
La conferencia magistral “Las nuevas amenazas a la paz: desigualdades, acaparamiento de recursos naturales y cambio climático”, organizada por la Cátedra Unesco de Educación para la Paz del recinto de Río Piedras, fue dictada por Cassen, también Secretario General de Memoires des Luttes y ex Director General de Le Monde Diplomatique.
“El cambio climático lleva consigo graves amenazas a la estabilidad y la sobrevivencia de los humanos. Para poder revertir los daños, deben existir cambios radicales promovidos por el gobierno en mando”, explicó el también autor del libro El imperio de la guerra permanente publicado en 2004.
Asimismo, el profesor explicó que en la actualidad existen movimientos de acaparamiento de terrenos, especialmente en Estados Unidos que ha comprado terreno de otros países para producir alimentos “al servicio del petróleo”. Cassen indicó que hoy día el agotamiento de los recursos naturales se ve más pronunciado y que esto se debe al “productivismo desenfrenado” de los gobiernos. El conferenciante culpó, además, a los gobiernos por apropiarse de terrenos fértiles para sostener el capitalismo.
El periodista utilizó la frase “estamos en una marcha al abismo” como había escrito Fidel Castro y destacó que estamos cada día más cerca de vivir esa realidad. “Los gobernantes no están al tanto de la situación climática”, reprimió.
Según Cassen, el cambio climático traerá tres consecuencias distintivas, entre ellas la elevación de la temperatura del aire que está causando hoy día el derretimiento de las zonas glaciares, la destrucción de la selva amazónica y el cambio del ciclo de agua que podría causar erosiones de suelo, escases o abundancia de lluvias.
El conferenciante definió el calentamiento climático como un fenómeno natural causado principalmente por la actividad humana y la acumulación de gases. El problema más grande que asume una amenaza contra la paz es que los dirigentes de las grandes naciones no buscan ayudarse entre sí “aunque estemos todos en el mismo barco o tierra”.
Un “diagnostico pesimista”
“Los cambios físicos causados por el cambio climático podrían causar en África una proliferación de enfermedades como la malaria y el dengue. Las olas de calor tendrán impactos geopolíticos”, comentó.
En Israel, según expresó Cassen, hay una organización de desigualdad. Solamente un 25 por ciento de los recursos de agua son utilizados por los palestinos a diferencia de los israelís que su uso diario es cinco veces mayor. Este acaparamiento no solo causará “flujos migratorios”, sino que podría causar futuras guerras para suplir las necesidades básicas de los habitantes.
“Las guerras nucleares dependen de las decisiones de un pequeño grupo. No es el caso del cambio climático. La crisis climática solo agrava los demás problemas. Se ve amenazada la posibilidad de vivir en una sociedad. Esta crisis es resultado de dos creencias, suponer que se puede construir la economía independientemente de los recursos naturales y que la tecnología puede crear otra naturaleza”, sostuvo.
Cassen reiteró que la economía verde o “green economy” no brindará ninguna solución si no existe la cooperación de países, pero esto sería difícil, según comentó el conferenciante, porque en la actualidad existe una crisis de dominación por causa del ideal neoliberal.
“Existen también las guerras comerciales que fueron causadas por el pensamiento neoliberal. Las víctimas tienen menos visibilidades, mueren menos en las cámaras. Son la pobreza, el desempleo y la violencia”, expresó el periodista.
Como ejemplo, Cassen mostró que el desempleo en Europa ha aumentado drásticamente a través de los años y que actualmente los niveles de desempleo en España llegan a 23 por ciento. “La perspectiva en este año es que serán aún mayores”, dijo.
Ante este panorama, el profesor argumentó que el problema se centra en “cómo podemos cambiar las cosas y cambiar el modo de pensar de los conservadores”. Emplazó a los gobernantes y líderes a hacer un salto para lograr una mayor concientización de los peligros que amenazan a la paz.